prexclusivo Situado en la calle madrileña Doménico Scarlatti nº5, cercano a la Ciudad Universitaria y al Tribunal Constitucional, se encuentra Mamá Lila, un auténtico templo gastronómico famoso su arroz con bogavante, su lubina al horno y sus deliciosos postres. Su propietario es Amable Prieto, una de las personas más conocidas en el ámbito de la gastronomía española.
La decoración es luminosa, alegre y elegante, y el trato magnífico. Pero el verdadero punto fuerte de este restaurante, amén de la bodega, en la que se encuentran joyas como el Riveiro de Traixadura Villafornadas; es su preparación del pescado, así como su variadísa carta de arroces.
A destacar, la lubina al horno, el pulpo, la fideua alicantina de mariscos y el arroz a banda. No conviene tampoco olvidar las deliciosas alcachofas con espárragos trigueros y ajetes tiernos. Al saborearlas, la fibra crujiente se diluye en el paladar y adquiere una maravillosa textura. Sólo degustarlas merece la pena una peregrinación a este lugar.
El propietario es Amable Prieto, , Presidente de la Chaine des Rotisseurs, una organización gastronómica de gran prestigio internacional fundada en Francia en 1248. Amable lleva toda una vida dedicado al negocio de la restauración y es toda una autoridad en el mundo de los fogones. Empresario de raza, comenzó a trabajar en un restaurante a los 13 años; emigró a Suiza y Alemania siendo casi un adolescente y cuando regresó, a los 35 años, fundó en 1977 la cadena L'Alsace.
Los suyos fueron los preros establecientos que pusieron de moda la cocina alemana de calidad en España. La vida de este arrojado hombre de negocios , conocedor de los mejores restaurantes de todo el mundo, podría haber formado parte del guión de la famosa película 'un franco catorce pesetas' de Carlos Iglesias.
En Mamá Lila, que debe su nombre a la suegra del propietario, la relación calidad precio es excelente: entre 30 y 60 euros persona, según los platos y los vinos elegidos, aunque hay entradas a precios excelentes, como un excelente salmorejo cordobés que tan sólo cuesta 7 euros.
Merecen una mención, especialmente en estas fechas, las torrijas aromatizadas con licor de Madroño, que están causando furor entre la clientela, así como los chupitos de este licor.
Orgulloso de su trayectoria al frente de L'Alsace, Amable ha reservado un pequeño hueco en su carta a la comida alemana: el apfelstrudel, exquisito, muy caliente y servido con helado de vainilla, así como el codillo con choucrute, de los mejores que se pueden comer en Madrid.
Para este empresario zamorano, que siempre está presente a la hora de la comida en su restaurante, y cuenta con la ayuda inestable de su hija Mónica, lo más tante del negocio de la restauración es:"Trabajar siempre con las mejores materias pras y ofrecer un trato profesional al cliente. Nadie sabe cuántos pueden llegar a perderse hacerles esperar demasiado a la hora de servirles un café".
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