A la una de la tarde y tercera vez en nueve meses, Telemadrid volvió a quedarse en "negro". La causa fue, de nuevo, una huelga de 24 horas planteada los sindicatos CC.OO, UGT y CGT.
La causa esgrida esta vez fue el despido de tres mandos intermedios del área de Sistemas de Información, el pasado 1 de abril. Dichos trabajadores, sin embargo, han llegado ya a un acuerdo con la dirección de la empresa, que reconoció la procedencia de los despidos y les abonó 45 días año trabajado. Una cantidad no pequeña en los tres casos, puesto que llevaban en la casa entre 18 y 24 años.
A pesar de ello, los sindicatos mantuvieron la huelga con otras reivindicaciones: subida salarial, más días libres, estabilidad laboral, internacionalización de la producción, no externalización de servicios y equipos de cámaras de dos personas, en lugar de individuales.
La Dirección de Telemadrid considera la huelga tan irresponsable como incomprensible. Los salarios de la televisión autonómica madrileña son más elevados que la media del sector; sus trabajadores tienen así mismo más días libres; la producción interna es mayor que hace un año y es una de las más altas de todas las televisiones; prácticamente nadie utiliza ya equipos de operador y ayudante de cámara; las externalizaciones son muy escasas, etc.
Es difícil no pensar en la clave política. Los sindicatos han convocado otras dos jornadas de huelga, el domingo 19 de abril y el 2 de mayo, es decir, el mismo día en que las centrales convocan en Madrid una gran manifestación, y la fiesta de la Comunidad que preside Esperanza Aguirre. A partir del 3 de mayo, además, pretenden que la huelga sea indefinida.
La mayor parte de los periodistas de Telemadrid y Onda Madrid no secundaron la huelga, pero sí lo hicieron gran parte de los técnicos. Los suficientes, en todo caso, para pedir que ambas emisoras pudieran emitir su programación habitual.
Y no les parecerá vergonzoso a los señores de los sindicatos, acudir a un parón económico sin precedentes, quedarse en casa y dedicarse a hundir la televisión de todos los madrileños. La verdad es que no es de recibo, ellos piensan que además de liberados son funcionarios, eso sí, sin oposición, y continúan anclados a un puesto de trabajo, o a las caducas ideas de Karl Lara. En las comunidades en las que los presidentes son socialistas y los indicatos también, todo funciona mejor.
El parón de Telemadrid es una estafa a todos los madrileños, que debemos anar una vez más a nuestra Presidenta a que la privatice. En Madrid no necesitamos que se nos aleccione, se nos den bocadillos y viajes como los del depuesto Antxo Quintana, o se nos forme opinión… Sabemos pensar solitos. Y lo mejor, no necesitamos de unos sindicatos que están tuertos y nos quieren dejar ciegos.
pedro aparicio pérez
director de prnoticias.com
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