Reteros sin Fronteras manifestó, en una carta enviada el 17 de febrero de 2009 al presidente Obama, el deseo de que el país de la Prera Enmienda de muestras de coherencia con sus principios en tres casos que caen directamente bajo su responsabilidad. El prero se refiere a México, donde la seguridad de los periodistas está más amenazada. Desde 2000 allí han perdido la vida cuarenta y seis profesionales de los medios; un triste balance que no solo se debe a las actuaciones de los carteles de la droga.
En esa zona, los profesionales de la información tienen que optar muchas veces entre el exilio y la muerte. El cren organizado de México y América Central, donde la inseguridad alcanza niveles alarmantes, se aprovisiona de armas en Estados Unidos. Desde el comienzo del año han matado a dos periodistas: uno en Guatemala y el otro en Honduras. Intentaban informar sobre esa realidad.
A este respecto Colombia es otro reto tante. Igual que ya han pedido algunos parlamentarios norteamericanos, Reteros sin Fronteras quiere que se revise la financiación del Plan Colombia de lucha contra la droga, en proción a los esfuerzos realizados las autoridades de Bogotá en favor de los derechos humanos. Demasiadas connivencias peligrosas y declaraciones irresponsables del presidente Alvaro Uribe han puesto en peligro, y empujado al exilio, a algunos periodistas que no gozaban de sus favores.
El últo de los casos es el de Cuba, único país del continente que carece de instituciones democráticas, y en el que 23 periodistas figuran en la lista de los cerca de 200 presos políticos. Reteros sin Fronteras ya se pronunció a favor del levantamiento del embargo puesto a la isla desde 1962, que no ha tenido más efecto que castigar al pueblo cubano al tiempo que reafirmaba al régen de La Habana en su actitud represiva con los disidentes. Reteros sin Fronteras aprueba las medidas de flexibilización del embargo que ha tomado la nueva administración norteamericana.
La libertad de prensa y la libertad de expresión, logradas en todas las Constituciones de América Latina, ganarían en consistencia si todos los Estados adaptaron su legislación a los principios de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos. Un reto que, entre otras cosas, pasa la despenalización de los delitos de ‘difamación', ‘injurias', ‘calumnia' y ‘desacato', que México consiguió en 2007 y ahora se está debatiendo en Uruguay. En otras partes esos delitos pueden a veces castigarse con penas de cárcel, y la legislación favorece que se produzcan abusos de poder. Ya es hora de terminar con la herencia de las dictaduras militares. Argentina está en ello con una nueva ley de radiodifusión, que va a democratizar el espacio audiovisual.
La libertad de prensa, pilar de la democracia, adopta a veces un tono crítico que algunos gobernantes toleran muy mal. La ‘guerra mediática', que en ocasiones ha sido responsabilidad de algunos medios, como ocurrió en Bolivia o Venezuela, no justifican el que se desconfíe de toda la prensa en nombre de cualquier ideología, sea la que sea.