LA CRISIS DE LA ARROGANCIA (EL ESTADO A DEBATE)

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Ha prometido 400.000 empleos para este año y pone empeño en ver como brotes verdes de recuperación, la caída del empleo, menos profunda que en meses anteriores, así como la subida de la Bolsa, la tímida activación de la financiación bancaria, y la sutil confianza de los bancos con el préstamo empresarial, todo ello en una devastada economía que lleva casi dos años dando síntomas de agonía acelerada sin luz al final del negro túnel, donde intentan sobrevivir cuatro millones de personas sin empleo. Ha anunciado mejoras fiscales para las pymes. Ofrece dos mil euros para la renovación de automóvil, con lo que incentivarán la venta de vehículos e indirectamente ayudarán al sector del automotor. Se amplía la desgravación comprar una vivienda para rentas bajas y se regula e incluso se supre para rentas más altas, a partir de 24.000 euros, que entrará en vigor a partir del 2011. Con esta medida se pretende despertar el deseo de comprar una casa antes de dicha fecha y de este modo sacar a la venta las ochocientas mil viviendas en estocaje que han paralizado el sector inmobiliario.

En fin, en su discurso del debate sobre el Estado de la Nación, el presidente Rodríguez Zapatero ha hecho guiños a izquierda y la derecha. Ha deshojado algunas excusas y otras justificaciones sobre la falta de medidas ante los preros síntomas de la crisis, hace ahora un año. Pero, fundamentalmente, el discurso ha sido, como no podía esperarse menos del optismo presidencial, voluntarista y lleno de matices de confianza.

El líder de la oposición ha manifestado su escepticismo y dureza e, incluso, ha aparecido sinceramente extrañado al ver que, ahora sí, el presidente de Gobierno adoptaba alguna de las medidas que el Partido Popular ha apuntado en los últos meses como suyas. Rajoy quedó algo descolocado ante la bateria de medias que esgrió el presidente Zapatero en su prer día de debate y tuvo que adaptar sus réplicas sobre la marcha. Acusando al presidente de mentir a la población al haber ocultado la grave crisis con motivos electoralistas.

En general, el resto de grupos parlamentarios han ido cada uno su lado, escenificando la soledad del gobierno socialista que en estos momentos necesita negociar puntualmente cada propuesta. Los catalanes de CIU pidiendo más financiación para su estatuto y medidas eficaces contra la crisis. Los vascos del PNV todavía digiriendo su pataleta tras haber perdido el Gobierno decisión de mayorías parlamentarias expresada en las urnas. Pero, una vez, casi todos los grupos han coincidido en algo: la crisis es periodo de reflexión y autocrítica, ya que el país necesita líderes más generosos, dispuestos a perder votos a cambio de que gane el conjunto de la sociedad.

Aprovechar el sufriento para ajustar la prioridad de valores en tiempo en el que la cultura del menor esfuerzo, la sustitución del ser el tener, el deseo de aparentar, la arrogancia de nuevos ricos, la codicia sin límites del sistema ejecutivo y empresarial, la ausencia de innovación y tecnología en el sistema productivo han sido las causas de esta crisis económica. Desde la tribuna del hemiciclo, casi todos los políticos han reconocido que hemos vivido enca de nuestras posibilidades y hemos olvidado la formación y las inversiones en tecnología, innovación y productividad. Se da la paradoja de que en este momento ya hay más jóvenes tecnológicamente capacitados, que plazas cualificadas para ofrecerles. Por tanto, algo tendrán que ver las políticas de los últos gobiernos en el atraso tecnológico, así como la falta de previsión durante la últa década que permitió que casi todo nuestro creciento económico estuviera basado en la cultura de la especulación y el ladrillo, que ahora les ha explotado a todos en la cara agravando una crisis mundial ya de sí, especialmente virulenta y globalizada.

Concha Minguela

Directora de Gente en Madrid

http://www.gentedigital.es/blogs/ojocritico

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