ZP salió anoche tan contento del Congreso, explicando a los periodistas que se habían aprobado todas sus propuestas. Esa es su sempiterna visión optista de las cosas. Queda en suspenso la aprobación del anuncio de regalar 420.000 tátiles a los escolares de quinto de praria, que iban a estar en sus pupitres el próxo mes de septiembre. La idea parecía excelente para mejorar la educación, pero su aplicación era demasiado complicada. Los profesores se preguntaban sobre los contenidos educativos que acompañarían a los ordenadores. Los documentalistas expertos en informática predecían la ardua, costosa e ingente tarea que suponía trasladar los libros de texto vigentes en cada comunidad a un sote informático atractivo para los escolares.
Además, Zapatero había lanzado el anuncio de que el coste de la medida estaría cofinanciado entre el Gobierno central y los de las comunidades autónomas. Pero las comunidades autónomas se quejaron de que plicaba sus fondos sin, al menos, haberles preguntado con anterioridad. Con estos mbres, el acuerdo entre el Ministerio de Educación y los consejeros del ramo de cada comunidad hubiera sido largo. Después quedaba la elección, negociación con los fabricantes y compra de equipos, y escoger los planes de formación docente para dotarlos de contenidos, que deberían ser informatizados.
Nadie se creía que los 420.000 tátiles con contenidos educativos acordes a los planes de enseñanza de cada comunidad autónoma hubieran estado listos para el próxo curso. Las dudas nunca se disiparán que la medida no se ha llegado a discutir, igual que otras tantas, ante los revolcones sufridos el presidente en el debate. Han quedado en la indefinición, a la espera de que el gobierno las presente como proyectos de ley en la Cámara, si es que las llega a presentar. En lo que respecta a los ordenadores le han hecho un favor. Si se decide a hacer la ley, tendrá tiempo de preguntar a las CC.AA. si están dispuestos a pagar ordenadores, y fijar unos plazos coherentes para ponerlos en las aulas. También podrá hacer números, y pensarse si tiene dinero para la nueva promesa. Por cierto, a los autónomos todavía no nos han devuelto los 400 euros de la deducción de la renta, prometidos ZP, que nos obligaron a dejarlo para este año.
SUSANA BLÁZQUEZ
PERIODISMO
