La intención del presidente de Venezuela de cortar lo sano aquellas voces emitidas los medios de comunicación contrarios a su línea política no cesa. Recientemente el presidente informaba desde su programa Aló Presidente, su intención de no renovar la licencia de emisión a Globovisión, el único canal de televisión opositor en señal abierta en el país, al calificar su trabajo informativo de ‘terrorismo’.
Una opinión que ha compartido el presidente de Ecuador, Rafael Correa este fin de semana durante la conmemoración de los 187 años de la Batalla de Pichincha, en la que también hizo acto de presencia el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien mantuvo una posición más distante en relación a los proyectos anunciados los otros dos mandatarios.
Correa y Chávez criticaron a la prensa y manifestaron su interés la creación de una comisión regional encargada de perseguir a aquellos medios que no mantengan la misma visión que el Gobierno. En este sentido, Correa manifestó que su intención es endurecer la legislación y advirtió de la necesidad de sancionar ‘tanta distorsión, tanta desinformación, tanta mala fe, tanta corrupción amparada en la libertad de expersión‘ (apuntando a El Universo y a Teleamazonas).
Para solventar este problema, el presidente ecuatoriano afirmó que su objetivo al asumir la Presidencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), prevista para este mismo año, será salvar a los países de esta zona de la prensa corrupta. Ambos coincidieron en la creación de una comisión para hacer un seguiento de los medios. Además de criticar a Globovisión, Chávez condenó a la Organización de Estados Americanos (OEA) su papel en torno a la defensa de la libertad de expresión. Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, afirmó estar esperando una cita con la Sociedad Interamericana de Prensa para ‘demostrar cómo la mayoría de medios de Bolivia mienten y son corruptos’.
Sobre este escenario se pasean las voces de aquellos que abogan la libertad de expresión y la pluralidad de medios. Por un lado, el presidente de la cadena de Radio Caracas Televisión (RCTV) Marcel Garnier acudía el pasado vies ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para exigir al Gobierno de Venezuela la devolución de los equipos confiscados y restablezca la señal que suspendió hace dos años. Granier ha pedido al Supremo que deje de estar al servicio de Chávez y que presione a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conaltel) para que entregue los equipos que les fueron privados al canal para ser usados Teves (cadena pública).
Asismo, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) se ha manifestado ante la persecución que mantiene el gobierno venezolano al canal privado Globovisión, ante lo cual solicitó a las autoridades deponer de inmediato esta acción. El director de esta organización, José Miguel Vivanco, ordenó a Chávez ‘poner fin inmediatamente a la persecución de un canal de televisión privado crítico con el gobierno’, así como ‘clausurar la injustificada investigación que lleva a cabo sobre la conducta de dicho canal‘.
A estas acciones se suma la marcha programada para el próxo miércoles el voluntariado metropolitano, agrupación que respalda la gestión del alcalde Antonio Ledezma, con el fin de mostrar su apoyo a RCTV y manifestar su rechazo a la arbitrariedad.
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