Mediante estos principios, que son de cumpliento de carácter voluntario, la entidad se compromete a gestionar las inversiones de la cartera del fondo de pensiones de sus empleados según los criterios de responsabilidad social, ambiental y de buen gobierno.
Estos principios plantean la incoración de estas cuestiones en los procesos de análisis y en la adopción de decisiones en cuanto a inversiones.