‘Los médicos me animaron a operarme por tercera vez’

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Julio Bogeat, de 33 años, recibió año y medio un riñón de su hermana. El trasplante renal de donante vivo (TRDV) no es una opción frecuente en nuestro país ya que tan sólo representa el 7 % frente al 36,3 % de los traplantes que se llevan a cabo en Gran Bretaña. El descenso de los accidentes de tráfico y el  aumento  de  la  edad  de  los  donantes podría suponer que los pacientes renales jóvenes tuvieran más dificultad para conseguir un órgano.

 

Curiosamente en este tipo de trasplante el 66,7 % de los donantes son mujeres y el 57,1% de los receptores son hombres. Estas donaciones se realizan mayoritariamente de padres a hijos (45%), también entre cónyuges (31%), hermanos (16%) y de hijos a padres (4%)

 

En España, la ONT (Organización Nacional de Trasplantes) y ALCER organizan jornadas en diferentes ciudades para informar a los pacientes sobre el trasplante cruzado de donante vivo, una estrategia pionera que pretende potenciar los trasplantes. El plan ha requerido la creación de una red de 26 centros sanitarios adscritos. Sin embargo todavía existen hospitales donde no se está informando claramente sobre todas las opciones de tratamiento que existen para los enfermos renales.

 

prpacientes ha hablado con uno de los pacientes que en España ha sido sometido a un trasplante renal de donante vivo. A sus 33 años ya se ha sometido a tres trasplantes, el últo, hace año y medio, en el que el donante era su hermana.

 

¿Cómo comienzan sus problemas renales?

Cuando tengo 6 meses de edad, tengo una intoxicación con Vitamina D que produce una hipercalcemia provocándome la calcificación de los riñones. A los 9 años tengo que entrar prera vez en diálisis, a los 10 años me trasplantan el prer riñón. Me dura unos 12 años, es un riñón de cadáver, y resulta ser un éxito. Hay que tener en cuenta que la media de este tipo de trasplantes está entre 8 y 10 años. Ese éxito me permitió entre otras cosas estudiar y terminar de formarme correctamente.

 

El segundo riñón me lo trasplantaron cuando tengo 23 años, me dura unos 6 años. Vuelvo a entrar en hemodiálisis, y aparece ya la idea de que mi madre pueda ser donante. En un principio se propuso a mi madre como candidata, pero se descarta al dar positivo la prueba cruzada, lo que se deshecha definitivamente esa opción. En ese momento se ofreció otro amigo mío, pero también se descarta al dar positivo de nuevo la prueba cruzada, y además la compatibilidad era prácticamente nula.

 

¿Cómo surgió la idea de que su hermana fuese la donante?

Es mi hermana pequeña la que se ofrece a donarme el riñón. Ella sentía que no se le daba la otunidad  que ella quería ofrecer. Había muchos mitos, entre ellos, la posibilidad de que no pudiese volver a tener hijos, el hecho de que ella fuese mujer y yo hombre, de que ese riñón funcionara  igual o diferente en mí tener una mayor masa coral… Al final decidos hacer la pruebas de compatibilidad. Splemente para comprobar si podíamos descartar la posibilidad o tomarla como una nueva opción. El resultado de las pruebas no pudo ser más satisfactorio, resultó que éramos prácticamente idénticos, cien cien compatibles, lo que toda duda quedó solventada.

 

Había una gran dosis de culpa, ya que no dejaba de ser un quirófano, una anestesia, y el riesgo que siempre hay en este tipo de intervenciones. Y máxe si se trata de  una operación de este calibre. Lo estuvos hablando unos días, y al final vos que era la mejor opción, y fuos a ello.

 

¿Cómo se llevó a cabo el trasplante?

Las operaciones fueron sultáneas con lo cual el periodo de recuperación fue muchíso mayor. Además no hay deterioro celular y la respuesta de arranque es muchíso más rápida.

 

¿Cómo fue la recuperación?

La recuperación fue mucho más rápida que en las otras dos ocasiones. A la media hora de realizar el trasplante del riñón, ya estaba orinando. Mientras que con los anteriores trasplantes tardaba incluso días. Por ejemplo, en el segundo trasplante tardé 2 semanas en orinar.

 

¿Y su hermana, cómo evolucionó?

No tuvo ningún tipo de problema.  Sólo posteriormente a la cirugía sufrió una pequeña hernia.

 

¿Cómo afrontaron usted y su hermana el trasplante?

Todos los temores y prejuicios que teníamos se disiparon cuando nos pusos en contacto con médicos y nos informaron de los pros y los contras. Y eso nos sirvió como aclaración, que de no haber sido así, yo tampoco me habría ofrecido a recibir ese órgano, pensando que ella no podría ser madre, que, de hecho, ya lo es.

 

¿Cuál es el balance que hace de los tres trasplantes que ha tenido en su vida?

La diferencia entre el trasplante de cadáver y el de vivo no tienen comparación, lo menos en mi caso. El trasplante de vivo ha sido muchíso más positivo que el periodo de recuperación es mucho mayor, se necesita menos medicación, lo que hay menos efectos secundarios, hay mayor calidad de vida, y además llevo el órgano de una de las personas a las que más quiero.

 

¿Tras el trasplante, ha recuperado la normalidad en su vida diaria?

Estoy aún con los inmunosupresores, pero la verdad es que estoy a dosis muy bajas para el tiempo que llevo.

 

¿Cree que aún hay desconociento en este tipo de trasplantes?

Ahora  se está difundiendo el trasplante de vivo viendo la respuesta positiva a largo plazo. En este tipo de trasplante el riñón suele durar el doble o el triple de lo que duraba con un donante de cadáver.

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