Ha transcurrido más de una semana desde que se celebraron las Elecciones al Parlamento Europeo. Nadie, ni siquiera supuesto el Partido Socialista Obrero Español pone en tela de juicio la victoria del Partido Popular.
A lo largo de la últa semana ha habido numerosas interpretaciones sobre el resultado de las elecciones; a modo de ejemplo, citaré algunas, entre otras muchas: parte del PSOE, se cree que los electores (en un entorno de muy elevada abstención, no lo olvidemos) han castigado al Partido en el Gobierno debido a su descontento la crisis económica, pero niegan que los resultados sean extrapolables a unas elecciones generales, de celebrarse ahora, negando, tanto una potencial victoria del Partido Popular.
En menor medida, algunos líderes del PSOE critican a la Secretaria de Organización del Partido, Leire Pajín, su inexperiencia en la gestión de campañas electorales, algo que sus antecesores en el cargo, solían hacer con maestría (generando envidia, cierto, en ámbitos de la derecha).
Por parte del PP, se extraen tres grandes conclusiones: “la marea del cambio ya ha comenzado” y, tanto, de celebrarse elecciones generales hoy, ganarían los populares: dicen ésto, claro, tras haber ganado en Galicia y haber sido propiciadores de un cambio histórico en el País Vasco, junto a los socialistas; es decir, atisban un cambio, con las Europeas, que es el tercer eslabón de una tendencia.
En segundo lugar, en el PP creen que los ciudadanos no han hecho pagar en las urnas a su partido los presuntos casos de corrupción el que políticos del partido, en Valencia y en Madrid, podrían estar putados: precisamente, en ambas comunidades autónomas, en estas elecciones europeas, los populares aumentan aún más su distancia electoral con respecto a los socialistas y, tanto, los populares se sienten apoyados y legitados sus electorados en ambas regiones.
Y, en tercer lugar, y lo que es más tante, la actual cúpula del Partido de Génova, dirigida Mariano Rajoy, siente de manera muy fuerte que la nueva dirección estratégica iniciada el partido en el Congreso de Valencia el año pasado, es la correcta. Y que el liderazgo de Mariano Rajoy, hoy, en el partido es indiscutible; y que también así lo será cuando haya que prepararse para las siguientes elecciones tantes: las autonómicas y municipales del 2011 y las generales del 2012, siempre que no haya adelantos electorales.
Vayamos partes: en los últos días se han públicado encuestas “de distinto color político” (esto, obviamente es una ironía expresada así a propósito: las encuestas no deberían tener color de ningún tipo, pero bien sabemos que, a veces, quien las encarga y quien las publica, sí lo tienen) que coinciden en dos cosas: una prera y más tante: a más del 80% de los ciudadanos lo que verdaderamente les sigue preocupando es la situación económica del país y, más aún y personalmente, les angustia el paro o la posibilidad de perder el puesto de trabajo.
La segunda gran conclusión es que, de celebrarse elecciones generales hoy, (según cinco encuestas distintas, insisto, además de la del CIS de la semana pasada) el resultado electoral sería muy silar al de las generales del año pasado: es decir, volvería a ganar el PSOE, aunque poca distancia respecto al PP.
No voy a comentar las conclusiones que ambos partidos políticos han extraído de las elecciones europeas. Aunque sí creo que deberían prestar atención a lo que los ciudadanos demandan de sus políticos, hoy: que resuelvan la situación económica del país cuanto antes.
En cambio, de manera anecdótica sí que me voy a fijar en un pequeño aconteciento muy cercano al Partido Popular: cuando en una de las dos ocasiones en que Mariano Rajoy participó en el programa de TVE1, “Tengo una pregunta para usted”, una mujer de entre los asistentes le preguntó/espetó a Mariano Rajoy que “si Alberto Ruiz Gallardón es el líder político mejor valorado todos los españoles según todas las encuestas, ¿qué no es él el líder del partido en vez de usted, señor Rajoy?”. Rajoy contestó entonces que Alberto Ruiz Gallardón era un excelente Alcalde pero que el líder del PP era él (Mariano Rajoy); y se acabó (esto lo añado yo).
Sin embargo, a la mujer que preguntó aquello, no le faltaba razón: desde el año 2004 y hasta el día de hoy, toda encuesta bien hecha (y son muchas) vienen diciendo lo mismo: Alberto Ruiz Gallardón es el líder político mejor valorado todos los españoles, tanto los de derechas como los de izquierdas. Se trata de un líder político avalado su gestión, que ha ganado ya cuatro elecciones mayoría absoluta (y “subiendo”…): dos en la Comunidad de Madrid y otras dos en el Ayuntamiento de Madrid; es un político que no polariza opiniones, y que tiene la mejor agen entre los spatizantes de todos los partidos políticos, en toda España; es el líder mejor valorado en su propio partido (PP), seguido, este orden, Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy (así ha sido en los últos seis años, mes tras mes de manera ininterrumpida).
Y, lo que es más interesante aún, es el tercer líder mejor valorado los votantes del PSOE, tras Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de la Vega, superando en buena agen al resto de líderes del Partido Socialista, según los propios votantes socialistas, insisto.
Seis años, repitiendo estos buenos datos dan mucho que pensar, sobre todo al Partido Popular, cara a futuras elecciones. Yo lo haría, si fuera ellos, aunque claro está, yo no soy ellos, entendiendo “ellos”, al Partido Popular.
Jorge DíazCardiel
Director Corativo Ipsos Public Affairs