Reportaje Robb Report: Palacios en el cielo, lujo y esplendor en las nubes

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prexclusivo Para el interior de un jet privado Boeing 747400, una barra de cóctel que desaparece a voluntad del usuario se encuentra entre las utilidades más memorables creadas Edése Doret. ‘A mi cliente, un empresario de Oriente Medio, le gusta beber, pero no le está permitido en su país. Quería un espacio secreto para esconder la barra a bordo’, explica HaitanBorn, diseñador con sede en Nueva York. Cumpliendo sus deseos, Doret construyó una barra detrás de una estantería de libros en el lounge de la cubierta principal; se abría pulsando un botón escondido. “El propietario tiene acceso a la barra durante el vuelo”, explica, “pero se esconde perfectamente cuando la policía religiosa entra en el avión a inspeccionar“.

Dichos requerientos son ya rutinarios para Doret y otros diseñadores residenciales e industriales. Ahora tienen mayor demanda parte de propietarios de jets que renuncian a las anodinas instalaciones de color azul o beige que ofrecen los fabricantes de aeronaves. En lugar de conformarse, optan personalizar los interiores, guiándose su gusto personal y su pasión la estética.

Aviones para todos los gustos

Muebles hechos a medida, complicados revestientos de pared, lujosas alfombras hechas a mano y obras de arte de incalculable valor bendicen los interiores de estas aeronaves privadas. ‘Utilizamos más materiales como la piedra, la madera y, a veces, el cuero para el suelo; así como variados acabados metálicos para las mamparas y las puertas’, asegura Doret, que añade que tanto él como sus compañeros diseñadores ya no parten de la idea de muebles pegados a las paredes como las autocarabanas, afirma irónicamente y optan piezas sueltas que recuerdan a las de un hogar. (Por razones de seguridad, las regulaciones de la FAA siguen requiriendo que los muebles de las aeronaves estén pegados al suelo).

 

 

 

Doret confiesa que algunos propietarios de jet en ocasiones piden lo posible. Barras de baile para strippers, tragaluces, ventanas del tamaño de una puerta o suelos transparentes son algunos de los ejemplos que aparecen en la lista de deseos de los clientes. “Una fuente muy fiable me contó que un individuo quería una piscina”, dice.

Sin embargo, aunque algunas peticiones no se consiguen, la mayoría de ellas sí que se cumplen. Hoy en día, modernos sistemas de entreteniento, que incluyen grandes pantallas de plasma, televisión en directo y acceso a Intet son elementos prescindibles en muchas aeronaves personalizadas. Los ascensores también encuentran su lugar a bordo de un avión. Recientemente, Doret ha diseñado una bañera de hidromasaje para el interior de un ancho Airbus privado. ‘Nos lo planteamos como si de una ducha común se tratara, encerrándolo y conectando el desagüe a la luz de aviso de los cinturones de seguridad. En cuanto se encienden las luces, el agua pasa inmediatamente una cisterna vacía’, explica el diseñador.

Aunque las tendencias en los interiores de aeronaves se inclinan hacia estilos y distribuciones que recuerdan a las casas, el diseño no debe únicamente ser una réplica del hogar, opina el diseñador. “Los clientes utilizan sus yates y aviones que quieren experentar algo diferente”, afirma Andrew Winch, un diseñador de yates con sede en Londres, cuya compañía, Andrew Winch Designs, empezó a trabajar en interiores de aeronaves sobre plano en 2001. ‘Trabajamos con clientes que tienen un apartamento acogedor en Nueva York y una vivienda moderna en Florida. No quieren que sus propiedades se parezcan’, explica. ‘¿Por qué lo querrían hacer con su avión?’. Winch añade que la calidad es el único requisito que debe ser común en las aeronaves, los yates y las casas de sus clientes.

 

 

El diseñador Michael C.F. Chan, con base en Los Ángeles, recibió recientemente su prer pedido para una aeronave privada, se trataba de un Embraer Lineage 1000 de 36,5 metros. Chan cree que los jets y el hogar suscitan emociones diferentes en sus propietarios y esa razón necesitan una decoración acorde. ‘Por ejemplo, mucha gente teme volar’, dice. ‘Aunque el diseño no pueda curar ese miedo, puede ayudar a alterar su forma de pensar empleando colores suaves y una gama que incita a la relajación’.

El diseñador Craig Wright tenía una discreta pero elegante decoración en mente cuando accedió a encargarse del diseño del interior del Boeing 727100, de cuarenta años de antigüedad, para un promotor inmobiliario del sur de California. Al recordar su prera toma de contacto con la aeronave, Wright recuerda que “era horrible… Hacía falta una reforma en la decoración”. Ha realizado bocetos para los interiores de varios Gulfstreams durante sus 40 años de profesión, pero esa era la prera vez que convertía un sple jet comercial en un lujoso avión.

Un avión inspirado en un barco de va

‘Cuando adquieres un avión, el fabricante ofrece varias opciones de diseño y, como se da el caso en decoración de interiores, piensan que más es más”, declara Wright. Para el 727100, tomó sutiles medidas para conseguir que el espacio de la aeronave fuera más ínto. “Nos inspiramos en los antiguos barcos de va en particular en el Normandie, queríamos que el avión tuviera un toque Art Déco’. Wright compró en una subasta el auténtico panel que Jean Dunand utiliza como modelo en el salón de fumadores del SS Normandie y lo hizo enmarcar para la antesala principal del avión.

Para el resto de estancias una cocina delantera, una sala de estar, dos camarotes separados una bañera y otra sala de estar trasera Wright evitó las líneas rectas. ‘Una aeronave es una forma libre, un objeto con forma de barco. Si pones líneas en el suelo, pones de relieve el hecho de que no estás es un espacio tradicional”, asegura. “Así que diseñé una alfombra, inspirada en una del Normandie, que acentúa la ausencia de líneas paralelas”. También utilizó materiales naturales a prueba del paso del tiempo como cuero y angora, para crear un ambiente apacible.

Los caprichos de Forbes

Doret explica que los nuevos propietarios de aeronaves son ingenuos a la hora de analizar los costes relacionados con la creación de interiores personalizados y el tiempo que se requiere en completar el proyecto. “Según el cliente y el tamaño del avión, se puede tardar fácilmente seis meses en que el dueño tome una decisión final sobre el diseño”, explica. “Y se necesita un mes para preparar el paquete de ingeniería básica antes de enviarlo a los centros para pedir modificaciones. Si diseñamos un Boeing Business Jet se puede tardar hasta un año; un 747 puede necesitar más tiempo aún”.

Además, Doret esta que los interiores personalizados de un grandioso Airbus A380 pueden rondar los 110 millones de euros o incluso más. Aunque los honorarios pueden frenar a algunos, los propietarios de grandes aeronaves, que a menudo reciben visitas, no reducen el presupuesto cuando se trata de personalizar los espacios a gran altura.

Uno de los preros proyectos de Winch, al comienzo de su carrera como diseñador aprendiz, hace ya treinta años, consistió en su contribución a la renovación del interior y el exterior de un Boeing 72727, propiedad del tardío billonario Malcolm Forbes, quien solicitó, entre otras cosas, un maletero en el casco para albergar dos enormes globos de aire caliente. También quería que le pintaran en oro las palabras ‘Forbes Capitalist Tool’ a lo largo de la cola del avión. ‘Pilotó el avión el mundo como si fuera un vehículo, promocionando su negocio”, dice Winch. ‘Creo que Forbes utilizaba los globos para cometer locuras como volar sobre la Gran Muralla China‘.

Winch cuenta con una clientela actual que comprende a muchos amigos o socios de Forbes; asegura que son “mucho más discretos en sus llegadas y salidas”.

Andrew Winch Desings, www.Andrewwinchdesing.co.uk
Edése Doret Industrial Desing, www.edesedoret.com;
Michael C.F. Chan & Associates, www.mcfchan.com

PARA MÁS INFORMACIÓN, CONSULTA ROBB REPORT

 

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