Según el informe ‘El estado de Salud de la empresa en España‘, los farmacéuticos son junto con el sector de la cosmética, el que más estrés padece, algo que según Asefarma, ‘debería tener cura lo antes posible’.
‘El estrés no debería darse en ningún sector profesional, puesto que influye negativamente en el desempeño del puesto de trabajo y contamina el ámbito laboral. Tiene consecuencias negativas para todas las organizaciones, tales como absentismo, disminución de la productividad, pérdidas de profesionales cualificados… Entendemos que el problema es más grave si cabe, en las empresas en las que parte del trabajo consiste en la atención al público, como puede ser la oficina de farmacia’, explica Eva María Illera Rodríguez, responsable del Departamento Laboral.
Así las cosas Asefarma tiene claro que los farmacéuticos están estresados diversos factores: ‘Aunque el grado de estrés aumenta o disminuye dependiendo de cada persona cabe destacar que este siempre se produce la falta de autonomía y capacidad de decisión, falta de otunidades de desarrollo profesional. A esto hay que sumar la actual coyuntura socioeconómica que da lugar a factores de riesgos emergentes que no se daban hace unos años: como el aumento de la inseguridad respecto al trabajo o la falta de posibilidades para conciliar el trabajo con la vida laboral’, añade la directiva.
En cuanto a las medidas que Asefarma aconseja a sus casi 300 socios farmacéuticos para salir lo mejor parado posible y tener un ambiente calmado, estos pasan fórmulas tan sencillas como ‘mejorar la comunicación, dotar de otunidades de desarrollo, fomentar el sentiento de pertenencia a la empresa y facilitar conciliación vida laboral y personal. Somos conscientes de la dificultad de la farmacia en particular y de las empresas en general para buscar la mejora en la salud y satisfacción de sus empleados. Pero desde Asefarma, queremos insistir en la tancia que tiene lograrlo, puesto que una empresa con ‘estrés’ se traduce en peores resultados’.
Por últo, y volviendo a hacer referencia al estudio que indica que las farmacias de Madrid y Barcelona son las ciudades en las que más se sufre el estrés, Asefarma cree el ritmo frenético de la boticas más que de la ciudad donde se ubican depende de la tipología de la misma. ‘Podríamos estar hablando de una farmacia pequeña en una gran ciudad o de una gran farmacia en un pueblo pequeño. Influye el entorno donde se ubica, la competencia de la zona o la afluencia del público’, finaliza.