Con nocturnidad y en descampado, como suele hacer la FAPE con sus asuntos económicos, se ha procedido a nombrar tesorero de la Federación al periodista Santiago López Legarda, en sustitución del anterior, Luis Serrano, que abandonó la Junta cansado de las decisiones y formas de la presidenta Magis Iglesias.
La noticia hay que adivinarla en una sola línea en la últa revista de la FAPE. Ni una nota cuando se hubiera producido el nombramiento, ni una información en su página web, ni un suelto en la propia revista. Mejor que no se entere nadie, que los Estatutos de la FAPE no lo permiten. Según éstos, la Junta puede cooptar el nombramiento de vocales al margen de los elegidos en la Asamblea, y dice “vocales”, pero no cargos de la propia Junta. Aunque una amplia interpretación lo pueda permitir, el nombramiento debe hacerse unanidad de todos los miembros de la Junta, que se supone ha conseguido Iglesias ‘manu militari’; luego debe aprobarlo unanidad la Comisión de Garantías, lo cual es difícil de suponer que haya hecho, pues los fundamentalistas que la integran están muy ocupados en negar carnés y ya se han saltado sus obligaciones en alguna ocasión.
Por últo debe ratificarlo la prera Asamblea. Se da el caso de que, salvo convocatoria extraordinaria a la que no se atreve Magis Iglesias, la próxa Asamblea de la FAPE deberá renovar a la actual Junta Directiva, cuestión esta que esperan con paciencia bastantes asociaciones, y seguramente entre ellas la de Madrid. O sea que López Legarda será ratificado “in articulo mortis”, para cesar a renglón seguido.
El nuevo tesorero de la FAPE, López Legarda, pertenece a esta desde hace tres meses (dos cuando fue cooptado). Como sustituto de un tesorero con 36 años de antigüedad en la FAPE no está mal (los predecesores inmediatos tenían 39 y 50 años de antigüedad en la FAPE). Pero a Magis eso le sobra; la efebocracia al poder, hace falta savia nueva.
Legarda se afilió a la APM al perder los beneficios médicos de la colaboradora de RTVE para poder disfrutar del inigualable Servicio Médico de la Asociación de Madrid. Es un ejemplo de verdadero sentiento de pertenencia a un grupo, de vocación asociativa profesional, de participación en la defensa de intereses corativos, de servicio a la colectividad… Sí, ese que nunca quiso asociarse que no necesitaba médicos, es el que ahora nos va a representar y a defender en compañía de su aguerrida y cada vez más innecesaria presidenta.
Luego se quejan en la APM de que la gente se asocia los médicos. Pero si en cuanto entra uno le hacen tesorero de la FAPE, tendrán cola…
DONKA…
