LA QUEJA DE LAS PRIVADAS

Publicidad

Leo con estu en las principales cabeceras del grupo Unidad Editorial cómo los jefes y cabezas pensantes de las televisiones privadas se han juntado alrededor de una mesa para teorizar sobre los nuevos modelos que exige el negocio en una de esas jornadas que tanto proliferan en verano.

 

Los señores de las privadas, les recuerdo, llevan meses preparando una envolvente que se traducirá en que la tele pública no volverá a tener publicidad, la suculenta tarta de los anuncios será toda para ellas y los operadores de telecomunicaciones, a los que ni les va ni les viene el asunto, pagarán la fiesta.

 

Una envolvente de gran éxito cierto, puesto que si no hay contratiempos de últa hora, el mes que viene será Ley y estará en el BOE, tras el que ha sido un proceso legislativo de una celeridad sin precedentes.

 

El presidente de Uteca, la asociación de televisiones privadas, aprovechaba, además, las jornadas para quejarse de que sus representadas tengan que financiar el cine español, el nuevo ente público y los derechos de autor, lo que representa hasta un 15% de sus ingresos. Lo que no cuenta Echevarría es cómo se benefician las privadas de todo eso, y cómo esa financiación, que es cierto que realizan, revierte en sus cuentas de resultados con magros beneficios, puesto que el cine lo emiten y la publicidad de la pública irá, necesariamente a las privadas.

 

¿Qué deberían decir entonces las telecos, cuyo mercado es otro, su negocio otro, sus clientes otros y su beneficio en toda esta incomprensible operación, ninguno?

 

Don Camilo

 

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil