Se acercan días críticos para el pacto social, el gobierno avanza posiciones hacia los agentes sociales y el propio presidente ZP baja a la arena. La actividad es febril pero la dificultad máxa.
La opinión pública vería ese acuerdo entre gobierno patronal y sindicatos como un “todos a una” frente a la crisis, pero esa foto tan buscada tiene que tener detrás un compromiso no para tirar un año o dos, sino para cambiar la economía y la competitividad del país.
El “New Deal“, el Nuevo Contrato de Roosevelt en la crisis del 29, que ha pasado a la historia, fue un hito que movilizó a un país, aunque no arregló todos los problemas de un día para otro. USA sufrió años duros pero reformó a fondo el país con leyes que duraron 50 años.
Zapatero quiere un pacto de mínos aceptable. Pero el pacto tiene límites, las rebajas de cotizaciones a los empresarios no pueden poner en peligro la Seguridad Social, que este año aún tendrá superávit, (los patronos piden 5 puntos de rebaja), los sindicatos exigen un año de prestación mína de paro durante un año, los 420 euros mensuales, para los que se quedan sin subsidio y garantizar la paz social. Los trabajadores esperan más de ellos (hay 4 millones de parados), y los sindicatos tampoco quieren lanzarse a movilizaciones que pueden degenerar en conflictos sociales gravísos.
Los patronos no lo tiene mejor, sus bases quieren algo sustancioso, menos presión fiscal y menos cotizaciones, que están ahogados, han desaparecido decenas de miles de pymes y autónomos (200.000 según ATA, la organización mayoritaria de autónomos, y pueden llegar a 400.000).
Y el Gobierno no puede dar todo lo que piden, si termina este año con un 10% de déficit público eso es una carga pesada. El cambio de modelo de creciento económico, que es la clave de todo, no se puede hacer de un día para otro, no nos vamos a convertir en un país nórdico en dos días, con el 4% de paro.
PD) El nuevo Pacto de Financiación Autonómica, en plena crisis económica, ha sido una buena noticia en un mar de incertidumbres, pero no podía llegar en peor momento. Un problema menos, diría alguno. A ver si se puede cumplir, que esa es otra. Igual no hay dinero para todo ni todos.
MIGUEL CIFUENTES. PERIODISTA
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