La incontinencia, un problema muy común

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El pasado 26 de Julio se ha celebrado ‘El día Internacional abuelo’. Esta efeméride ha servido para poner enca de la mesa algunos de los problemas que sufren nuestros mayores. Uno de ellos es la incontinencia urinaria, una de las patologías más comunes y que además supone una de las principales causas de ingreso en residencias para mayores.

 

Y es que, de los más de 7 millones y medio de personas mayores de 65 años que actualmente viven en España, se calcula que la incontinencia urinaria afecta a 1 de cada 2 mujeres y 1 de cada 3 hombres.

 

Según el Doctor Eduardo Martínez Agulló, coordinador del Comité Científico del Instituto Indas y  Jefe de la Unidad de Referencia para la Comunidad Valenciana de Neurología y Urodinámica del Hospital Universitario ‘La Fe’, de Valencia, existen distintos grados de incontinencia según la edad del paciente. ‘A los 65 años la incontinencia del varón se sitúa entre el 3 y  el 4 ciento, sin embargo cuando hablamos de mayores de 80 años nos situamos  en el 15 ciento de incidencia. Si nos referos a los varones que residen en geriátricos, el centaje se eleva hasta el 25 y el 30 ciento’, explica el doctor Martínez Agulló.

 

En las mujeres los centajes varían, así como la edad en la que las mujeres comienzan a sufrir incontinencia de la orina. ‘A partir de los 50 años la incidencia es del 12%. Cuando nos situamos en la franja de edad de los 65 años, la incidencia ya ronda el 16 ciento. Pero la cifra en mujeres que sobrepasan los 70 años y que residen en geriátricos escala hasta el 30%‘, comenta el coordinador del Comité Científico del Instituto Indas.

Por otro lado, las causas más comunes de la incontinencia en nuestros mayores varían en función del sexo. En los hombres la incontinencia suele venir derivada del prostatismo mientras que en las mujeres se debe a incontinencia de esfuerzo o incontinencia hiperactividad.

 

Sin embargo, la población de gente mayor asila casi con ‘filosofía asiática’ este problema. ‘Para la gran mayoría, tanto la incontinencia, como el uso de pañales o la pérdida de movilidad que provoca este problema, no les supone un perjuicio. De hecho, la gran mayoría define su calidad de vida como buena’. Estos son algunos de los resultados que se desprenden de distintos estudios realizados el doctor Martínez Agulló. Además, este especialista es también defensor acérro de los absorbentes y medicamentos para controlar la incontinencia. ‘En contra de la opinión de algunos expertos yo creo que el uso de pañales o medicamentos es totalmente positivo. Da a las personas mayor seguridad y una mayor independencia’.

 

No obstante, y dado que la incontinencia urinaria no sólo afecta a las personas de avanzada edad sino que es común también en otros rangos de población más joven, desde el Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI) han elaborado una serie de recomendaciones que se pueden seguir en cualquier época del año y muy especialmente en vacaciones.

 

De este modo, en vacaciones el ONI aconseja planificar el equipaje para no interrumpir el tratamiento indicado el profesional sanitario e incluir en la maleta absorbentes específicos para la Incontinencia Urinaria, utilizar vestenta ligera (de lino o algodón) y no reducir la ingesta de líquidos. También se recomienda realizar comidas ligeras y equilibradas, incluyendo alentos ricos en fibra y evitando las comidas picantes, tratar de reducir peso y dejar de fumar y aprovechar estas fechas en las que se dispone de más tiempo para practicar los ejercicios de suelo pélvico para ayudar a fortalecer los músculos de la pelvis. (Estos ejercicios están  disponibles en la página web del Observatorio: www.observatoriodelaincontinencia.es). Pasear y realizar ejercicio físico suave, evitando los esfuerzos violentos, son otras buenas alternativas.

 

Aún así, según el coordinador del Comité Científico del Instituto Indas, uno de los problemas en el diagnóstico de esta patología es que en las personas mayores estamos hablando de incontinencias mixtas, en las que no sólo hay un factor causante. ‘Este hecho dificulta a los geriatras, los profesionales más especializados, tanto su tratamiento como su diagnóstico‘, destaca el doctor Martínez Agulló que concluye afirmando que ‘para llegar a un correcto diagnostico se deben realizar exploraciones y no litarse a preguntas’.

 

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