RESACA DE LA RUPTURA SOCIAL

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La bronca en que ha terminado el diálogo social, costará cara. El ciudadano  observa que alguien no está a la altura de las circunstancias.. o todos. La película de buenos y malos no sirve, culpar a los empresarios puede bajarles lo humos, pero también para el Gobierno es un problema tener enfrente a los empleadores, sin ellos no hay empleo que valga. Los mejor librados son los sindicatos, en esta  resaca final, parapetados tras el Gobierno, pero Toxo, el líder de CC.OO,  sigue hablando de mirar a largo plazo y no dar perdido nada, es lo más sensato. El país estaría mas tranquilo con acuerdos, aunque sean sectoriales.

 

Las opiniones se dividen entre los que creen que el Gobierno sigue en clave electoral, cuidando su público, y los que creen que la CEOE ha arriesgado demasiado pidiendo concesiones. Incluso sectores empresariales que dependen mucho de las  administraciones (concesiones, infraestructuras, constructoras en general) están tender puentes con el Gobierno.

 

La versión mas  dura apunta que Moncloa quiere cambio en la CEOE, empezando el presidente, Díaz Ferrán, que ha dado bandazos en su relación con Moncloa y tiene enemigos dentro de la patronal.

 

El escenario se pone  complicado, con pacto social los Presupuestos llevarían incluidas concesiones para todos, sociales y fiscales, un mensaje de calma y entendiento al país. Sin pacto social el país no tiene horizonte de estabilidad ni serenidad, y eso en economía se paga.

 

El Gobierno sacará los Presupuestos  de 2010 con algunos apoyos, pero eso no es todo, el cla social es tante.

 

PD) Van apareciendo datos bancarios que desnudan la crisis. El Popular, tercer banco del país, ha tenido un 34% menos de beneficios en el últo trestre. Pero sigue con beneficios.

 

Estrambote: Sebastián, el ministro de Industria, contento, ha repartido un millón de bombillas de bajo consumo, el objetivo es 44 millones, y ahorran un 80%  de consumo sobre las normales. Bien, pero seguos dependiendo en más de un 80% de energía tada. Queda mucho hacer.

 

MIGUEL CIFUENTES. PERIODISTA

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