La excepción que confirma la regla tiene nombre propio: Ford, la compañía ha conseguido registrar 595 millones de euros de beneficios aún rechazando las ayudas gubernamentales. Le sigue Volkswagen, prer fabricante europeo, con un beneficio de 494 millones de euros, un 80,8% menos que en 2008. Audi forma parte de este grupo con un beneficio de 697 millones de euros, un 25% menos.
La otra cara de la moneda la representan Renault con 2.712 millones de euros en rojo o Nissan que sólo en el segundo trestre ha registrado pérdidas de hasta 124 millones de euros. Por otro lado, el grupo alemán Daler AG, que perdió en el prer semestre 2.348 millones de euros, figura como otro de los grandes damnificados.
Y de cara a la segunda mitad del año las incertidumbres y los retos aumentan: a General Motors le toca afrontar una caída del mercado en el semestre del 22% Y además, liquidar una gran parte de sus marcas actuales y cerrar las ventas de Hummer, Saab y Opel, está últa prácticamente toda su división europea, más saneada que su matriz pero afectada igualmente la crisis.
De la situación de quiebra también ha renacido Chrysler, sobre la que Fiat ha tomado el mando con un 20% de las acciones de la nueva sociedad, aunque no ha podido salvarse de la cuenta de pérdidas, al cerrar el segundo trestre con 179 millones de euros en rojo.
Por su parte Seat, integrante del grupo alemán, sufre el recrudeciento del mercado español con una pérdida operativa semestral de 159 millones de euros. Ahora a las empresas de componentes para el automóvil no les queda más que reinventar su modelo de negocio para sobrevivir.