‘El Alzheer no se puede prevenir que no se conoce la causa que provoca la enfermedad, y la mayoría de los factores de riesgo no son modificables‘. Así de tajante se ha mostrado la doctora Marta Ochoa Mulas, jefa de neurología del Hospital Universitario Madrid Montepríncipe en la charla ‘¿Se puede prevenir el Alzeher?, organizada la Fundación Mutua Madrileña.
Actualmente, se esta que más del 5 ciento de los europeos mayores de 70 años sufre Alzheer, lo que representa más de seis millones de enfermos. Entre los factores que provocan la aparición de la enfermedad se citan la edad, especialmente en las personas mayores. Además, en las mujeres hay una mayor tasa de incidencia. Y también pueden influir antecedentes familiares de Alzheer y síndrome de Down o la presencia del alelo alipoproteína 4.
Con respecto a los factores de riesgo que influyen en la aparición de esta enfermedad, la Doctora Ochoa Mulas ha asegurado en su conferencia sobre prevención y tratamiento de esta patología que ‘ninguno de ellos es modificable’.
También pueden darse otros factores que son clasificados como modificables, como son la hipertensión arterial, el hipotiroidismo, los traumatismos craneoencefálicos previos, el bajo nivel educativo y la depresión.
La aparición del Alzheer no se puede prevenir, y sólo puede ser tratada una vez ha sido diagnosticada. Sin embargo, se pueden contrarrestar algunos efectos. ‘Es recomendable el control de los factores de riesgo vascular, fundamentalmente de la hipertensión arterial, seguir una dieta mediterránea, baja en grasa y rica en antioxidantes, prevenir y tratar la depresión y problemas tiroideos o practicar ejercicios como la lectura o la costura que mejoren nuestro nivel intelectual pueden ayudar en el desarrollo de la enfermedad del Alzheer’, señaló la doctora Ochoa Mulas.
Respecto a los tratamientos del Alzheer, aunque no existe un diagnóstico en fase preclínica, la jefa de neurología del Hospital Universitario Madrid Montepríncipe, aseguró que ‘se puede hacer un diagnóstico temprano, en el momento en que ya existe la enfermedad, y emplear fármacos que, aunque no son de gran eficacia, sí son útiles, sobre todo en la fase inicial de la enfermedad’.
