Después de un año turbulento, en el que las fusiones y adquisiciones han brillado su ausencia (se habla de una caída en la actividad entorno al 65%), septiembre ha vuelto con lo que se prevé un culebrón a largo plazo: la oferta de compra presentada Kraft a Cadbury, una operación que valoraría a ambas compañías en 50.000 millones de dólares. En España, Paniagua y Ketchum lidian su particular batalla.
16.700 millones de dólares ha sido la oferta presentada la multinacional norteamericana a la confitera británica, que agrupa entre otras marcas a Trident, Dairy Milk o Huesitos, entre otras. Sin embargo, la oferta parece ser insuficiente a los ojos de Cadbury, pese a la pra del 31% sobre el precio de cierre presentada la matriz de Oreo.
A pesar de que la operación se está llevando directamente desde los headquarters de ambas entidades (Brunswick defiende los intereses de Kraft, mientras que Finsbury hace lo propio para Cadbury), lo cierto es que el revuelo generado ha provocado que echaran humo los teléfonos de las dos agencias que en España gestionan sus relaciones externas, Paniagua Consultores (Cadbury) y Ketchum (Kraft), quienes han tenido que reforzar sus equipos ante la demanda de información procedente de los medios.
Especialmente llamativa es la situación de la empresa presidida Carlos Paniagua y su cliente, que ha tenido que lidiar en apenas un año con el traslado de la fábrica barcelonesa de la confitera y el consiguiente Expediente de Regulación de Empleo.
Seguiremos Informando…