A plena luz del día (eran las 15.30 hora local), el batallón cargado con maletines negros y carpetas llegó en varios camiones de la seguridad social y rodeó la manzana con una coordinación perfecta. Una vez dentro del edificio, el escuadrón de caballería comenzó a hurgar en archivos y ordenadores en lo que denominaron una ‘inspección rutinaria’, aunque se trataba de una operación sin precedente desde que se restableció la democracia en el país. Pidieron ver a los directivos de las empresas del grupo, cuyos domicilios particulares también fueron visitados. El asalto, que afectó no sólo a la redacción de Clarín sino también a las de Olé, La Razón y otras empresas del Grupo (que recibieron la visita de otros cincuenta oficiales), ha sido consecuencia de la publicación en prera página del diario de una denuncia contra Ricardo Etchegaray, titular de la AFIP y director de la Oficina de Control de Comercio Agrícola (ONCCA).
El rotativo publicaba anteayer que Etchegaray transfiró diez millones de pesos (unos dos millones de euros) a una empresa agroganadera que no tiene la autorización pertinente para desarrollar su actividad. Dos de los cabecillas del operativo se identificaron como Alberto Díaz, supervisor de Fiscalización, y Carlos Consentido, inspector regional de AFIP, quien manifestó no tener ni necesitar orden judicial. Al tiempo que los inspectores entraban como elefantes en una cacharrería en la redacción y forcejeaban con los periodistas, un grupo de manifestantes proferían gritos contra el periódico y taban carteles difamatorios.
Esta agresiva acción parte de la AFIP se encuentra en sintonía con las declaraciones de hace poco más de un mes de Nestor Kirchner, quien orquestó una campaña contra el grupo mediático, acusándolo de servir a los intereses de ‘una coración oligárquica’ con el objetivo de hacer caer al gobierno. Aunque los directivos del diario llamaron a la sede de la AFIP para preguntar las causas de la invasión, no había nadie que supiera responder a su consulta. Tampoco desde el Ministerio de Economía resolvieron sus dudas. Lo que sí recibieron poco después fue una carta de Ricardo Echegaray en la que aseguraba no ser responsable del operativo. A últa hora de ayer se hizo público que dos funcionarios presuntamente al frente de las acciones habían sido retirados de sus cargos.
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