Hace un año que tembló Wall Street y estalló una crisis mundial, quebraba el banco americano Lehman Brothers. Un poco más y la economía se va al garete, hoy sabemos que todo el sistema financiero mundial iba a precipicio y que el capitalismo financiero era una casino dirigido avariciosos sin límites, sin control.
Un año después la banca americana está saliendo del agujero, con ayuda de 700.000 millones de dólares del Tesoro, que ya está empezando a devolver. En año y medio deberá devolver 120.000 millones. La banca europea, salvada in extremis, empieza a respirar y aquí parece que se avecina una reforma bancaria, también hubo excesos en el ladrillo que vamos a purgar. A ver cuantos bancos y cajas quedan dentro de un año o dos.
La prensa mundial estos días ha destacado dos lecciones muy claras: el capitalismo financiero sin control es una bomba de relojería y a los banqueros no se les puede dejar solos, la ambición no tiene límites; decir que el mercado funciona solo y no debe ser vigilado es una estupidez, el mercado perfecto no existe más que en los libros, y los gobiernos deben poder intervenir y regular, sin excesos, regular no es asfixiar.
Si todos los gobiernos del mundo no hubieran reaccionado tirando dinero a puñados sobre las economías, estaríamos en vez de en recesión, en la Depresión II.
En España no sabemos si hemos pasado lo peor, o hemos tocado fondo, o cuanto tiempo vamos a estar en el fondo. No se está llegando a una situación límite, dando subsidios, poniendo aceras, y subiendo puestos, pero no sabemos cuánto tiempo.
PD) Madrid se convierte en plaza populista, los últos días ha desfilado y desfilan aquí Hugo Chavez y Evo Morales, a los que se da altavoz a cambio de gas y petróleo, o no se entiende. Eso es la diplomacia, lo visto.
Mientras tanto Zapatero se fabrica un traje de estadista los últos días lleva una ristra de viajes de Estado a Italia, Francia, Rusia, el G20, la próxa Asamblea de la ONU. Se está preparando la agen para presidir Europa el prer semestre del 2010. El traje que se ha hecho lleva raya diplomática, no tiene ninguno.
Miguel Cifuentes. Periodista.
