VODAFONE AGATHA Y EL COLOR

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Operadores y fabricantes ya no saben que hacer para vender teléfonos. En la lucha sin cuartel para incorar a los móviles las mejores cámaras de fotos, conexiones directas a las redes sociales o los accesos más rápidos a Intet, Vodafone también se ha puesto a explorar el mundo del diseño de la mano de diseñadores españoles. En su haber tiene teléfonos con las icónicas ágenes de Jordi Labanda y con los colores de Agatha Ruíz de la Prada, que ahora repite tercera vez con el operador. Es la respuesta a un mercado tan competitivo que ya debe ir a nichos de mercado cada vez más estrechos para vender más.

 

Armani, Custo, Roberto Cavalli, Dolce & Galbana, Prada, Devota & Lomba o Victorio & Lucchino han personalizado móviles de distintos fabricantes. Hasta ahora solo han sido recogidos las revistas de moda, con la idea de que van dirigidos a las fashion victs. Es que a los occidentales nos puede la cuadriculada mentalidad de la utilidad. Un móvil de caballero debe ser negro, como dios manda, y como mucho plateado. Y las ejecutivas occidentales, todavía inmersas en su luchar conseguir la igualdad, no deben apartarse mucho de las líneas seguidas sus compañeros. Por eso los smartphones, que son los móviles 3G de más alta gama, van en aburridas tonalidades que, como mucho, incluyen alguna gama discreta de color. E incluso en los móviles de estos diseñadores domina el negro, el blanco y los ocres.

 

En el pasado salón mundial de telefonía móvil de Barcelona me paré asombrada delante del stand de NTT DoCoMo, operador japonés que es el pionero mundial de los operadores móviles en tecnología y servicios. Sin  complejos, exhibía la paleta más amplia y distinta de colores que se pueda ver: de tonos ácidos, pasteles o metálicos. Y en ellos se incluían avances tecnológicos o servicios sofisticados que en occidente aun no soñamos. Agatha siempre ha sido una rompedora, en un país dominado el blanco y negro. Dice que ver colores alegres desde la mañana mejora los días más difíciles. Yo lo he comprobado, vistiéndome de arco iris en días que solo hubiera querido ponerme un sayón negro. Quien no se atreva con la ropa puede empezar el móvil.

 

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SUSANA BLÁZQUEZ, PERIODISTA

 

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