Normal 0 21 false false false ES XNONE XNONE MicrosoftIntetExplorer4
La subida de puestos, anunciada el Gobierno, está causando una gran confrontación nacional incluso antes de saber en qué tramos y segmentos se va a aplicar. Medida antipopular naturaleza, está enfrentando a la opinión que, lejos de analizar serenamente dónde y a quien se le aplicaría, rechaza de plano que el Gobierno acuda a este método para recaudar los 15.000 millones de euros que necesita. Por su parte, el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, ha pedido a sus dirigentes que desarrollen una auténtica labor de pedagogía para explicar al ciudadano la necesidad de recaudar dinero, de las rentas más altas, para poder pagar solidariamente los gastos y prestaciones sociales. Con más de cuatro millones de parados, y subiendo el desempleo, si las actividades de la economía sumergida española afloraran, hablaríamos de más de un millón de trabajadores que, fraudulentamente, cobran el subsidio de desempleo y a la vez desarrollan actividades las que cobran en negro y lógicamente, no tributan.
Madrid está entre las cuatro Comunidades Autónomas de mayor economía sumegida, si bien, su consejero de Hacienda, Antonio Beteta, se ha propuesto incrementar la vigilancia contra este fraude y ha declarado que el pasado año, se detectaron 855 millones de fraude, y que la eficacia de las inspecciones sigue in crescendo, con un aumento de casi un 15 ciento.
Por un lado las pymes y los autónomos se quejan de que los bancos no se fían de ellos a la hora de renovar préstamos y pólizas de crédito, prescindibles para su desarrollo industrial y creación o manteniento de puestos de trabajo. No nos cansamos de repetir que las pymes constituyen el 85 ciento del tejido productivo español. Y que los gobiernos pertinentes deben dedicar cuantos recursos sean necesarios para asegurar que el dinero inyectado a los bancos llegue hasta su últo destinatario. Y no se convierta en maná caído del cielo para solucionar los problemas de liquidez de la banca. Bajo ningún concepto. En la actualidad, este es el principal colapso de la economía y la auténtica asfixia de empresarios y emprendedores. Por otro lado, es sabido y ahora el Banco Mundial lo pone en datos, que España es, junto a Italia, el país de la Unión Europea donde más economía sumergida existe. Se paga alegremente con dinero que no emite factura. Por tanto, ni tributa el IVA ni el puesto de sociedades. Las cifras atadas el Banco Mundial son escandalosas. El mismo organismo ha publicado que si hace dos años, el dinero negro suponía el 22,6 ciento del PIB, es decir, 250.000 millones de euros negros que no tributan y que mueven cantidades industriales de billetes grandes en vuelo libre de mano en mano, en la actualidad, esta cifra ha subido al 30 ciento del PIB. Escalofriante.
El daño de esta actividad sumergida es doble, que el mismo organismo internacional, reconoce que un 60 ciento de estos trabajadores en negro, antes eran asalariados que han perdido su empleo. Es decir, que no sólo dejan de declarar y pagar su actividad, sino que además, insolidariamente cobran el subsidio de desempleo. En otros muchos casos, sencillamente han trabajado desde siempre, o casi siempre, de la misma manera.
Cabe destacar que esta situación de “tolerancia social insolidaria” sólo es superada, en la UE, Italia. Los sectores donde se da son fundamentalmente la hostelería y la agricultura. Si bien Comunidades Autónomas se situan en los preros puestos la Comunidad de Andalucía, agricultura, Madrid y Barcelona, hostelería y servicios y la Comunidad Autónoma de Valencia. En esta últa, de siempre, existe toda una industria manufacturera sumergida, desde Valencia a Alicante, donde miles de personas, especialmente mujeres, trabajan desde su casa a destajo, haciendo piezas para las industrias zapateras, téxtil, de juguete, del regalo,etc. Es público y admitido. Lo mismo sucede en Italia, donde hasta las grandes fábricas funcionan con pocos asalariados y poblaciones enteras que trabajan a destajo desde su casa. No se puede hablar de tocar los puestos si paralelamente no se acaba con esta hemorragia que directamente afloraría un millón de trabajadores reflejando de forma más verídica la realidad del paro.
Concha Minguela
Directora de Gente en Madrid
http://www.gentedigital.es/blogs/ojocritico/