PROMOCIÓN TURÍSTICA A TRAVÉS DE LA LITERATURA, ¿ORIGINAL?

fernando_barrenechea
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Durante las pasadas vacaciones conocí al alcalde de un pequeño pueblo del norte de España, que a los postres de una cena me expuso un proyecto para promocionar su pequeña villa. La idea de manera muy resumida consistía en “atraer” un escritor, a ser posible reconocido, que se encargara de desarrollar la trama de una novela en este lugar. Según sus palabras “no existía mejor manera de poner su pueblo en el mapa” y de paso conseguir aumentar el número de visitantes con los consiguientes ingresos para todos los habitantes.

 

Sin lugar a dudas una idea aginativa y diferente de promover el turismo, alejado de los instrumentos que han demostrado la falta de eficacia de las acciones tradicionales, folletos, stand en el FITUR de turno, etc. Un folleto turístico procionado en una agencia de viajes o un anuncio en televisión que promociona un determinado destino, no es más que una herramienta publicitaria para vender un producto que en la mayoría de los casos sólo nos muestran el lado paradisíaco o espectacular del destino.

 

 

Sin embargo, la literatura y el cine, son mucho más que eso siendo potentes herramientas para la promoción de un destino turístico desconocido o para presentar una manera diferente de visitar un lugar conocido. A muchos de nosotros nos gusta comprobar en persona si “esos” escenarios que se describían en ese libro que tanto nos atrapo son iguales a cómo los habíamos aginado. O sentirnos un poco protagonista recorriendo los lugares donde se desarrolla la historia.

 

 

Así, me consta de un par de personas que tras el pacto de la trilogía Millennium han optado estas vacaciones seguir los pasos de Lisbeth Salander. Lo mismo se podría decir en su momento del famoso “Código Da Vinci” de Dan Brown, y la influencia que tuvo en turistas tratando de seguir la acción a través de los distintos escenarios de la novela, creándose incluso rutas turísticas monográficas destinadas a este fin.

 

 

Sin lugar a dudas, el caso más evidente es la vinculación entre Hemingway y Pamplona y la influencia de su obra “Fiesta” para dar a conocer los San Fermines en todo el mundo, convirtiendo a la capital navarra en foco de atracción de turismo internacional.

 

 

Otro caso reciente es el de Ildefonso Falcones y su best seller “La Catedral del Mar”, en la que propone un recorrido la historia de Barcelona a través de la construcción de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, La Catedral del Mar. Sin lugar a dudas, esta novela ha acercado de manera diferente a muchos turistas a Barcelona. Lo mismo se podría decir de la Granada del Siglo XV a través de “El Manuscrito Carmesí” de Antonio Gala. Otro ejemplo son los libros, menos masivos que los citados anteriormente,  de Josep Pla y su pacto en la promoción de la Costa Brava y de cualquier rincón del Ampurda, lugares descritos hace mas de 60 ó 70 años pero que aún siguen existiendo.

 

 

Los anteriores, son algunos ejemplos de que a veces un buen libro hace más la promoción turística de un país, una ciudad o una región que las costosas campañas promocionales, en su mayor parte poco originales exclusivamente basadas en tópicos todos conocidos y que no logran alcanzar la atención del potencial visitante. Por el contrario, algo tan humilde como un sple libro, no escrito, a priori, para ningún tipo de promoción turística, puede convertirse en el mejor reclamo.

 

 

Además, recordemos que estos libros se apoyan en personajes de ficción que no cobran hacerlo  y que a todas luces nos resultan mas creíbles que esos personajes a los que se paga promocionar sus propias islas, comunidad autónoma o pueblo; a poco que pensemos seguro que no se nos ocurren tres o cuatro casos de manera inmediata. Si aplicamos el enfoque “retorno de la inversión”, y aunque resulte de difícil medición, posiblemente el coste de estas promociones no justifique lo invertido. Sin embargo, basar la promoción turística en un libro o una película se podría considerar más una inversión a largo plazo que una acción puntual.

 

Sin lugar a dudas, una idea que espero que consigan llevar a cabo, situando en el mapa a ese pequeño pueblo de la costa del norte de España.

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