Según un estudio realizado SIGRE Medicamento y Medio Ambiente sobre el uso, conservación y forma de elinación de los medicamentos en los domicilios particulares, uno de cada cuatro ciudadanos no consulta el prospecto cuando vuelve a usar un medicamento que le había sido recetado con anterioridad, después de que haya estado algún tiempo guardado en el botiquín doméstico.
El mismo estudio también apunta que el 20% de los ciudadanos no comprueba la fecha de caducidad cuando vuelve a tomar un medicamento que tiene guardado en el botiquín.
SIGRE señala, a través de este estudio, que si al finalizar un tratamiento sobran algunas dosis del medicamento que nos han recetado, se mantiene la tendencia de guardarlos en el botiquín doméstico, como ocurre en el 54% de los hogares. A pesar de ello, el 73% de los ciudadanos creen que utilizar posteriormente estos medicamentos para automedicarse puede entrañar algún riesgo para su salud.
Según se desprende del estudio de SIGRE, el botiquín medio de un hogar tiene entre 11 y 12 medicamentos, de los cuales la mitad de ellos son utilizados habitualmente los miembros de la familia.
Todas estas circunstancias indican la necesidad de sensibilizar al ciudadano para que realice un uso más responsable del medicamento y para que no almacene en el botiquín doméstico aquellos restos de medicamentos que le puedan sobrar al finalizar un tratamiento.
El hábito de guardar estos restos, unido a la no verificación de su fecha de caducidad y que no se consulte el prospecto en todas las ocasiones puede derivar en un accidente el mal uso de un medicamento, ya que no se comprueba si éste es el adecuado para la dolencia que se padece, si las dosis y la frecuencia para tomarlas son correctas o, lo que también es muy tante, si tiene alguna contraindicación con otro medicamento o producto que estemos tomando en ese momento.
En el 57% de las ocasiones en que se revisa el botiquín se retira algún medicamento que se encuentra caducado, en el 48% de los casos se saca algún medicamento que se había guardado sin su caja o prospecto lo que significa que no se dispone de la información mína y necesaria para un correcto uso posterior del mismo, y una de cada tres veces se retira algún medicamento que hace mucho tiempo que no se usa.
En el estudio se destaca, además, que la revisión del botiquín doméstico se consolida como una práctica habitual en los hogares españoles y que en el 85% de los domicilios se ha revisado al menos una vez en el últo año.
El ciclo de vida del medicamento se cierra con el reciclado de aquellos restos no consumidos o caducados que el ciudadano tiene en su domicilio y que es necesario depositar en el Punto SIGRE de la farmacia para que reciban un correcto tratamiento medioambiental.
En este sentido, es tante destacar que según el estudio realizado SIGRE, el 75% de los ciudadanos mayores de edad conocen la existencia de los Puntos SIGRE ubicados en las farmacias y que más del 60% de los ciudadanos han depositado en ellos envases de medicamentos, en los últos 12 meses.