POR UNA VEZ PARECÍAN HUMANOS (LOS POLÍTICOS)

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Convivos todos juntos durante tres días. Cuando digo todos, me refiero al Rey, al alcalde de Madrid, Alberto RuizGallardón, a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, al Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al jefe de la oposición del PP, Mariano Rajoy, el Secretario de Estado Lissavetzky, el jefe de la oposición regional Tomás Gómez, a los jefes de la oposición municipal David Lucas y Ángel Pérez, al jefe de la Cámara de Comercio de Madrid, Arturo Fernández, a los jefes de la Patronal, a los presidentes del Comité Olímpico y Paralímpico Español y a una larga lista de políticos de diferente bando. Todos codo a codo, junto a dos centenares de periodistas entregados, con la emoción a flor de piel luchando conseguir los Juegos Olímpicos del 2016, sin que ninguno de ellos manifestara la puerilidad o vileza de que este potencial triunfo, podía también ser la coronación política de Alberto RuizGallardón, al que muchos dentro de su partido no le desean el mejor de los futuros. Por la unión compacta de todo un país, España resultó admirable frente al mundo. Si estuvos a punto de conseguirlo (a pesar del enorme handicap de Londres 2012) fue el viejo tópico: la unión hace la fuerza. Parecíamos un país cohesionado, administración central, regional, municipal, la Corona, el Dete. Por más que digan muchos escépticos que todo era escenario y papelón, vos muchos periodistas el salto de alegría de esa eterna rival de Gallardón que es Aguirre, cuando España pasó a la final con Río de Janeiro. Por mucho que digan, vos al Rey darlo todo hablando de su familia olímpica, a Samaranch jugársela a sus 89 años diciendo poco menos que con un pie en la tumba “os pido la candidatura”. Hasta las lenguas viperinas nacionales enmudecieron entre las cinco y las siete de la tarde, cruzando los dedos para que nos dieran la candidatura, pero cuando llegó el mazazo, todos estaban allí, en el estrado, acompañando al Alcalde. Con un nudo en la garganta y conteniendo las lágras, hasta parecían humanos. Hasta aquí Copenhague.

 

Ahora, parafraseando a un magnífico y colega amigo mío del periodistadigital, me pregunto con muchos otros de nuestra profesión de humildes informadores ¿Se aginan a un ministro o Presidente verdaderamente afectado el incremento del paro? ¿se aginan a un alcalde pidiendo disculpas habernos cobrado dinero de un proyecto que no ha salido? ¿a un Parlamento al completo que ante un atentado terrorista sienta el duelo sincero con las víctas, con todas las víctas, antes de sentir el puñal que la oposición o el gobierno se han clavado mutuamente la espalda?. Ha sido una lección inolvidable. Ahora toca aprender. No son los JJ OO, es la crisis que está arrasando al país, guarden dagas y puñales y únanse. Seguro que entre todos encontramos la mejor solución.

 

Concha Minguela

Directora de Gente en Madrid

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