Decidirá la justicia

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Cuando hace más de dos años, la Dirección General de Seguros inició su acoso contra nosotros, muy pocos pensaban que pudiésemos resistir. El organismo supervisor se ha empleado con un celo tan arbitrario y desmedido, tan empecinado, que casi todos pensaron que terminaría llevándonos delante mucho antes de que la justicia pudiésemos actuar. Se equivocaron. En todos estos meses hemos extremado el rigor, la cautela, la paciencia y la eficacia para armarnos de razón. Hemos conseguido aguantar y cada día que pasa nos volvemos más fuertes. Nadie aginaba que pudiésemos alcanzar la recta final, pero ahí estamos, avalados tanto número de pólizas como resultados y gestión, mas fuertes y rentables que antes, más unidos que nunca  a punto de entrar en sede de la audiencia nacional con absoluta confianza en la Justicia, a la espera de lo que ella determine. En todos estos veinticuatro meses, Agrupación Mutual Aseguradora ha conseguido sortear una de las más virulentas crisis de la economía española. Lo  ha hecho además en las condiciones tan desorbitadas que Seguros ha tenido a bien ponernos, mucho más difíciles y abiertamente discrinatorias respecto al resto de aseguradoras.

 

En un ambiente tan hostil, hemos conseguido cerrar una de las campañas de fidelización de mutualistas y de ampliación de pólizas más exitosas. En España mantenemos la facturación y cuota de mercado tanto en pras de automóvil y multirriesgos como en responsabilidad civil e incluso hemos ganado posiciones en el escalafón de aseguradoras españolas. El margen de solvencia de AMA permanece enca de los cien millones de euros, más del triple del míno exigido. En  2008 efectuamos dotaciones valor de 27 millones de euros, de acuerdo con criterios de máxa prudencia y sin recurrir a la venta de activos.

 

Esta política nos ha permitido recuperar rentabilidad inversora y volver a los beneficios de este año, con unas cifras si cabe aún mas solidas y estables. Se mire como se mire, los resultados de los últos doce años nos avalan. Hemos demostrado día a día que el rigor y la cautela en la gestión han sido igualmente validos y eficaces ante la actividad de mínos a la que nos ha condenado arbitrariamente la Direccion General de Seguros.

Hemos asumido la pérdida de cerca de 40.000 mutualistas en Portugal, indignados ante los abusos de la administración española denunciados en el país vecino nuestros dos ex consejeros tugueses. Pérdida de la que alguien en su momento tendrá que responsabilizarse, que pueden estar seguros nuestros mutualistas de que haremos todo lo posible para que así sea. Cualquiera puede comprender que esa arbitraria y abusiva semiintervención ha dificultado día a día la gestión de AMA, al obstaculizar su actividad  y ralentizar su creciento. De ahí que debamos sentirnos especialmente satisfechos de los resultados obtenidos nuestra mutua en este periodo.

Y eso mismo el Consejo de Administración agradecerá siempre el abrumador respaldo que la Asamblea volvió a darle el pasado 30 de junio, auténtico punto de inflexión en la legíta defensa de nuestros intereses frente a la Direccion General de Seguros.

Ahora, con la presentación de los recursos ante la justicia y la petición de la suspensión cautelar de las sanciones hasta el efectivo pronunciamiento de los tribunales, el escenario ha cambiado de forma sustancial. No estamos inermes, tal y como corresponde al legito ejercicio de los derechos constitucionales de los consejeros, y de acuerdo con la doctrina que al respecto mantiene el Tribunal Constitucional. Será la justicia y no Seguros quien determine las responsabilidades de ambas partes.

 

Desde esa premisa, les propongo para finalizar que ejerciten su aginación. Entre el caso del que seguos siendo objeto, tenemos paralizadas las DERRAMAS de las pólizas colectivas suscritas los Colegios. La doctrina de Seguros es que deberían abonarse directamente a los asegurados, aunque nuestra mutua estatutariamente, puede hacerlo el tomador, el Colegio.

 

La retención de estas cantidades está generando un sinfín de problemas a los mismos. La gran mayoría solicito entrevistarse con el Director General de Seguros. Hay quien pensara que en esa entrevista el director  cuidó su papel institucional, se mostro dialogante, didáctico, próxo a sus interlocutores, con vocación de servicio, como corresponde a su elevada responsabilidad.

 

Muy pocos podrán sospechar que obviase el motivo de la visita y monopolizara la charla para criticar nuestra entidad y sugerir con malevolencia a los directivos que existen otras muchas aseguradores. Los interlocutores en esa reunión ya conocen la respuesta.  A estas alturas, ni a ustedes ni a mí debería picarnos la curiosidad. Nuestra mutua ha llegado hasta aquí en las mejores condiciones, con un agestión modélica saneada y rentable. Eso es lo trascendente. Lo demás, como diría el clásico, apenas llega a musiquilla de violín.

En adelante no decide el Director General de Seguros sino la Justicia.

 

Diego Murillo


Presidente de AMA

 

 

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