Historias de la Manchega: de prácticas ‘poco transparentes’

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Año 2.002. HP anuncia la compra de Compaq, haciéndose así con la segunda empresa de ordenadores del mundo. Dos años antes, HP comienza a desgranar su cuenta de Relaciones Públicas, hasta entonces en manos de Porter Novelli, entrando Burson Marsteller para ocuparse de los productos de presión y el mercado de consumo, división dirigida Manuel Sastre (curiosamente, consejero de Burson). Nacía entonces una relación que dura hasta el día de hoy, aunque con algunas ‘particularidades’…

 

Julio de 2.002. Con la fusión consolidada, la compañía hace un concurso de Relaciones Públicas valorado en medio millón de euros anuales, que entraría en vigor a partir del 1 de enero de 2.003, toda vez que el contrato firmado con  Porter Novelli hubiera expirado. A dicho concurso se presentaron los tres proveedores oficiales de HP a nivel mundial (Burson, Porter Novelli y Hill & Knowlton), si bien fue la agencia presidida Carlos Lareau quien logró hacerse con la cuenta…aunque en la práctica solo llevara el área de Impresión y Consumo, quedando las tres restantes (informática empresarial, informática personal y consultoría y servicios) en manos de GPS Imagen y Comunicación, agencia que hasta entonces gestionaba Compaq.

 

Sin embargo, ¿ qué entra GPS en HP, si órdenes internacionales sólo podían (y pueden) trabajar con los proveedores oficiales de la casa? Cuando se gesta la fusión entre Compaq y HP, la agencia dirigida Miguel Ángel Trenas trabajaba estrechamente con Santiago Cortés, Presidente de la compañía resultante en España. Precisamente, fue el propio Cortés quien influyó de manera decisiva para mantener a su agencia de cabecera, aunque la única forma de hacerlo fuera a través de Burson Marsteller, ganadora de un concurso valorado en 600.000 euros. Conclusión: GPS hacía casi todo el trabajo (incluidos los más de 5 plants en HP) y Burson repartía el dinero.

 

Sin embargo, GPS siempre quedó a la sombra (salvo para los periodistas del sector y los responsables de la compañía), ya que en todas las comunicaciones oficiales la única agencia que trabajaba para HP era Burson Marsteller, tal y como reza la normativa internacional del fabricante de presoras (situación que se ha mantenido hasta diciembre de 2.008, cuando la multinacional convocó un nuevo concurso, pero ya sin Santiago Cortés).

 

A pesar de que las relaciones entre Burson Marsteller y HP comienzan en el año 2.000, y no será hasta 2.004 cuando Carmen Álvarez acceda a la presidencia de la compañía, lo cierto es que pueden caber pocas dudas de que ésta consintió el pacto no escrito (salvo en las transferencias mensuales) con GPS, todo para salvaguardar una cuenta de cerca de 300.000 euros anuales netos (600.000 en total), que no vienen nada mal a las arcas de Burson.

 

Seguiremos Informando…

PRÓXIMO CAPÍTULO: Historias de la Manchega: el capital humano, a la deriva

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