25/11/09 MÉXICO 25.699 SUSCRIPTORES Lydia Cacho se encuentra en Madrid para recoger un premio, otorgado la Fundación Isonomía, que le hace ‘sentirse protegida, acompañada y contenta’. La periodista charló con prlatam y nos confesó que los viajes a España le sirven de respiro frente a su día a día en México. Asismo señaló que la libertad de expresión se encuentra en gran riesgo en su país.
‘El riesgo en el que se encuentra la libertad de expresión comentó es debido no sólo a la guerra periodística contra el narcotráfico, sino también a la punidad ante la desaparición y asesinato de periodistas que investigan asuntos de cren organizado y vinculado con las instituciones públicas de diferentes Estados y de la Federación’. Lydia Cacho se mostró, asismo, de acuerdo con las percepciones que RSF, Artículo 19 y otros organismos internacionales hacen al respecto. ‘Me consta que han estado allí donde han desaparecido periodistas, lo que elaboran unas estadísticas bastante certeras y hacen un trabajo extraordinario’, dijo.
La periodista señala que la legislación mexicana no protege el ejercicio de un periodismo libre, sino que en varios estados de la República el periodismo está penalizado y hay compañeros encarcelados difamación. ‘A partir de la notoriedad de mi caso manifestó se ha intentado comenzar a despenalizar la difamación, pero es difícil que los diputados que lo tienen que aprobar saben que con la amenaza de encarcelamiento consiguen autocensura’. Cacho apuntó también que es difícil poner fin a los asesinatos. ‘Lo que los crinales hagan es muy difícil de controlar. Sin embargo, lo que el Estado hace no es difícil’, sentenció.
En este sentido señaló que ‘tiene que ver con la voluntad política del estado mexicano y particularmente del presidente Felipe Calderón y el procurador general de la república mexicana para perseguir e investigar estos crímenes. Ni un solo caso de desaparición y de asesinato de periodistas en México ha sido resuelto y no hay voluntad política de solucionar este problema. Yo lo sé a ciencia cierta. La determinación de no seguir adecuadamente con mi caso vino de los altos funcionarios’.
Con respecto a la denuncia penal interpuesta en su contra el empresario libanés Kamel Nacif un supuesto delito de difamación, Lydia Cacho comentó que pasó todas las instancias del Estado e hizo todas las denuncias pertinentes hasta llegar a la Corte Suprema de México, donde se toparon con dos jueces que ‘se echaron para atrás’. No obstante, ‘para demostrar que hubo una violación de las garantías constitucionales’, han llevado el caso ante la Corte Interamericana y esperan tener una sentencia en 2010.
La periodista y escritora manifestó también que a pesar de las amenazas, nunca ha pensado en abandonar. ‘No sólo me quedo en México, sino que me quedo haciendo lo que sé hacer y lo que es tante para mi país, que es el buen periodismo’. En este sentido, considera que existe una elección individual, relacionada con la ética y la subsistencia, de autocensura que cada periodista hace. ‘Yo he decidido no autocensurarme en ningún momento. Trabajo con más cautela y me protejo más que antes’.
Por últo, Lydia Cacho habló del trabajo que tiene entre manos: un libro que saldrá a la venta en España el próxo año y que trata de las redes internacionales de tráfico de personas, en las que están involucrados todos los países’.