Don Carlos Leisure Resort&Spa de Marbella viaja en un crucero rumbo a Nueva Orleáns

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¿Quién no ha soñado alguna vez con pasar una nochevieja inolvidable? ¿Y en un crucero de lujo? Como alguien dijo alguna vez… ¡Soñar es gratis! Puesto que no es lo mismo pensarlo que llevarlo a cabo. Pero la realidad no está tan lejos de la aginación…

 

Don Carlos Leisure Resort & Spa, perteneciente a la cadena Expo Hoteles & Resorts, hace una propuesta de nochevieja: un crucero rumbo a Nueva Orleáns. Y no es un viaje cualquiera… En él, los invitados podrán vivir la experiencia de ir a bordo de un barco de lujo sin salir a la mar.

 

Este hotel es uno de los más vanguardistas y lujosos de Marbella. Se encuentra rodeado de las espléndidas playas de la Costa del Sol y dispone de todo el confort de un 5 estrellas e incluso cuenta con uno de los ocho Nikki Beach existentes en todo el mundo, un club de playa exclusivo para satisfacer las necesidades de ocio y diversión de los clientes.

 

 

El Don Carlos Resort &Spa de Marbella ha ideado esta original propuesta para pasar la gala de Fin de Año a bordo de un crucero aginario, en el que la ambientación, el personal vestido para la ocasión, la música y la gastronomía se unen para recrear a la perfección un auténtico recorrido de lujo en barco hacia la cuna del jazz.

 

Tras recibir una inolvidable bienvenida parte de la tripulación del hotel, los pasajeros degustarán un exótico cóctel con toques caribeños y delicias como tosta de tartar de atún y aguacate, ceviche de langostinos y lubina y brocheta de pollo y piña, entre otras creaciones. Entre plato y plato, la tranquilidad de la travesía se verá salpicada de sorpresas.

 

La aventura no acaba aquí… Y es que los pasajeros realizarán una escala en el Barrio Francés de Nueva Orleáns. Por este motivo, el menú tomará un sabor afrancesado: colmenillas con espárragos verdes darán paso a una viera sautée con espuma de caviar. Seguidamente, los comensales podrán degustar un sabroso solomillo de añojo y langosta. Para terminar, un dulce final: un postre de chocolate con frutas de la pasión.  Todo ello regado con vinos del Penedés y las Rías Baixas, entre otros, y acompañado música en directo que amenizará el recorrido.

 

 

En todo momento, la velada será supervisada el capitán del barco quien, desde su cabina de control, permanecerá en contacto con los pasajeros. Bajo su mando se establecerá una conexión con España para vivir el mágico momento de las campanadas y las uvas.

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