El Comité Español de Representantes de personas con Discapacidad (CERMI) presenta sus propuestas para mejorar la ley de promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia. Diferenciación entre los conceptos de discapacidad y dependencia, una mayor participación del sector social, mejoras en la gestión de las ayudas y una mayor dotación económica son los puntos clave que reclaman.
Tres años después de su puesta en marcha, la ley de promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia se somete a examen los poderes públicos. Y aprovechando esta revisión, el Comité representante de los españoles con discapacidad ha elaborado una serie de propuestas que ponen de relieve las deficiencias en la plantación de esta ley. Las conclusiones se presentan tras haber realizado una previa evaluación del despliegue y desarrollo de la Ley a escala nacional.
El prero de los puntos que el CERMI pide que se revisen es la actual diferenciación entre los conceptos de dependencia y discapacidad. El Comité denuncia que no se considere a una persona como ‘dependiente’, bajo los parámetros de la ley, en función del grado de discapacidad. Esta situación, advierte el CERMI, ‘provocará la merma de recursos destinados a personas que presentan discapacidades que no reconozcan su situación de dependencia’.
La participación de los agentes sociales, como asociaciones y grupos de voluntarios, en la promoción y desarrollo de esta ley era uno de los puntos que se resaltaba en el texto. Sin embargo, el Comité de los españoles con discapacidad asegura que la ley se ha desarrollado sin contar con su colaboración, tal y como prodigaba.
Otro de los puntos conflictivos y que suponen un problema a la hora de llevar a cabo la Ley es el procediento de reconociento de la situación de dependencia y estableciento del programa individual de atención. ‘Un proceso complejo que requiere de dos resoluciones diferentes y que hace que las personas en situación de dependencia y sus familias sufran plazos intolerables e inasumibles, y que no son conciliables con la situación de necesidad que genera su propia situación de dependencia’, declaran desde el CERMI.
La propia denominación de la Ley hace referencia a la autonomía personal y la consiguiente plantación de mecanismos que la potencien. Este es uno de los aspectos que también el CERMI ha denunciado, precisamente, no haberse producido. Así, desde el Comité se advierte que ‘no se aprecia un pulso desde la Administración central en el sentido de potenciar que las CC.AA. desarrollen normativa de promoción de la autonomía personal y prevención de las situaciones de dependencia’.
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