LA TRAGEDIA AZOTA HAITÍ HACE AÑOS AUNQUE NO LO VEAMOS POR LA TELE

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Los medios sobreexponen las catástrofes y relegan las tragedias cotidianas. En las últas horas subieron a sus tadas las trágicas consecuencias que produjo el terremoto en Haití luego de saltearse la calamidad que significa nacer, crecer y morir en condiciones infrahumanas. Esta vez la naturaleza golpeó sin piedad, pero hace años la tragedia sobrevuela a uno los países más pobres del mundo. El desempleo crónico, la escasez de alentos, la pobreza y la marginación azotaban a sus habitantes mucho antes del seísmo, aunque no lo vos televisión.

 

Los reteros gráficos se esfuerzan captar la tragedia y los redactores expren el lenguaje para contar el sufriento de un pueblo devastado, sumido en la peor catástrofe en muchos años. Los espectadores españoles nos sensibilizamos ante el dolor ajeno desde nuestro salón, y en el mejor de los casos colaboramos desde el móvil para apaciguar nuestro dolor. Luego, cogeremos el mando y olvidaremos el asunto hasta la próxa catástrofe televisada.

 

Es verdad que las sociedades son solidarias y se vuelcan ante situaciones de emergencia, pero la mayoría del tiempo pierden perspectiva y no dejan de mirarse el ombligo, convencidas de que sus problemas diarios ponen en riesgo el universo entero.

 

¿Sabíamos que más del 80% de la población de Haití vive debajo del umbral de pobreza? Tal vez sea tarde recordar que ocupa el sitio 154 de los 177 países del Índice de Desarrollo Humano (IDH) es el pueblo más pobre de América donde de la esperanza de vida de los 9.8 millones de habitantes alcanza los 52 años. La falta de alentos y la escalada de precios hicieron que en noviembre del pasado año 26 niños del departamento del sudeste fueran hospitalizados desnutrición extrema, según Amnistía Internacional. Asismo, organizaciones de ayuda humanitaria informaron que decenas de niñas y niños habían muerto de hambre tras sufrir varios huracanes.

 

La comunidad internacional reaccionó rápidamente ante la catástrofe y se volcó solidariamente para ayudar a las víctas, pero el desastre en Haití lo padecen día tras día los más necesitados y los periodistas deberíamos relatar como viven estas personas, estén donde estén.

 

Por una desgracia, Haití está en el foco de las noticias, pero ¿cuánto conocemos de Burundi, Níger ó Sierra Leona? otros de los pueblos más pobres del mundo. ¿En algún momento los medios enfocaremos estas realidades para denunciar los padecientos que viven todos los días?

 

CARLOS GONZÁLEZ PALACIOS

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