Según datos de la ONT se ha producido un incremento del 50 ciento de los trasplantes renales de donante vivo, que han pasado de 156 en 2008 a 235 en 2009. Sin embargo, el trasplante de vivo es una realidad poco potenciada hasta ahora en España. Fabián García forma parte de ese pequeño número de personas que han decidido donar uno de sus órganos para ayudar a seguir viviendo a su hermano César, que sufría un problema de insuficiencia renal. Hoy, casi dos años después de la intervención, Fabián asegura que el riesgo de la intervención es ínfo en comparación con la satisfacción personal de poder ayudar a alguien. Prpacientes ha hablado con él.
A 31 de diciembre de 2009 alrededor de 4.301 esperaban un trasplante de riñón, el grupo de Pacientes más numeroso tanto en lista de espera como en número de trasplantes realizados, 2328 durante el pasado año. Esta modalidad representa ya el 10 ciento de todos los trasplantes renales efectuados, una cifra muy pequeña en comparación con el 36,3 ciento en Gran Bretaña. Y en la actualidad, 26 parejas se encuentran en la lista de espera de este programa.
En Junio de 2007 el hermano de Fabián, César, de 45 años, entró en diálisis una poliquistosis renal, una afectación que hace que los riñones dejen de funcionar. En ese momento César vivía en Argentina, y Fabián llevaba 20 años viviendo en España. A los quince días de entrar su hermano en diálisis se fue a Argentina para ver cómo le podía ayudar. Aquí comienza la historia de estos dos hermanos a los que la experiencia de la donación de un riñón les ha cambiado la vida. Prpacientes ha hablado con Fabián, y nos ha transmitido su energía, solidaridad y su ‘alegría de vivir’.
¿Cómo reaccionó ante la noticia de que su hermano necesitaba un riñón?
En España, desde el prer día en que conocí la noticia, tomé contacto con ALCER para que me explicasen todo lo que le estaba pasando a mi hermano. Y la conclusión que saqué era que la mejor vía para ayudar a mi hermano era donarle yo un riñón para que no tuviese que esperar a un órgano y al mismo tiempo para que hubiese seguridad en la compatibilidad.
Pregunté todo lo que tenía que preguntar y marché a Argentina a apoyar a mi hermano. La idea era traerlo lo antes posible para hacer el trasplante aquí, pero se complicaron las cosas. Mi hermano cogió una neumonía y otras complicaciones relacionadas con las posibilidades de abandonar el país. Cuando conseguos solucionar los problemas, regresamos a España en marzo de 2008 e hicos el trasplante en Junio de ese mismo año.
¿Cómo fue el proceso?
Es muy sple. Se hacen una serie de análisis tanto al enfermo como al donante. El enfermo ya tiene este proceso más avanzado, ya que tiene todo tipo de analíticas realizadas, lo que es el donante el que más pruebas tiene que someterse. Comprueban sangre, compatibilidad genética, y te hacen una revisión muy exhaustiva de tu estado de salud. Yo estaba convencido de que iba a superar las pruebas que soy una persona con muy buena salud, aunque con un poco de exceso de peso.
¿Los médicos le pusieron algún pedento?
No, los médicos si ven alguna duda, piden el trasplante.
Tras el trasplante, ¿Su salud se ha visto afectada?
No, tan solo los pequeños dolores de la cirugía. Pero es perfectamente abordable. Impresiona mucho, que no es normal que la gente sana entre en un quirófano. Normalmente cuando entras en un quirófano es que, bien estás enfermo, o quieres someterte a una cirugía estética, pero no para quitarse un órgano vital. Tras la cirugía, en 4 días puedes volver a tu vida normal.
¿Y en un futuro?
Hay un riesgo ínfo. Es como cuando bromeamos sobre una persona que fuma mucho, y al final se muere otra causa. El riesgo de quietarse un riñón siendo una persona sana es muy litado, es abordable perfectamente, y comparado con el beneficio que le estás dando a otra persona yo creo, que en mi caso, era casi una obligación.
¿Cómo reaccionó su hermano?
Al principio el enfermo puede mostrar rechazo de muchas maneras. En un prer momento, a mi hermano le costó, pero como estábamos siempre juntos en esos momentos de diálisis, un proceso bastante cansado, que son tres veces a la semana durante 5 horas; al final, de forma natural caminamos el camino. Quizás le costó un poco más a él aceptar la situación, pero estaba demostrado que era viable.
¿Por qué cree que la gente no acude a esta técnica?
Porque hay trasplante de cadáver, y aunque las listas de espera son muy largas, la gente prefiere esperar, todo el mundo espera. Pero a su vez, creo que sería muy tante informar a la gente sobre la posibilidad de trasplante de vivo. Informales con total solidaridad y seriedad. Cuanta más información haya sobre estos temas, será mejor, y mucha gente querrá anarse a realizar el trasplante de vivo.
No tuve la suerte de conocer a mucha gente que participase en un trasplante de vivo, pero sí recuerdo a una persona, y me hizo bien conocerle, verle la cara y conversar con él. Mi hermano estuvo casi un año en diálisis, y durante ese camino conocí a mucha gente con muchos problemas para encontrar un órgano. Por eso, comprendí que donar a mi hermano era, en parte donar a todo el mundo.
¿Qué fue lo que le dijo?
Que esto es muy fácil, y que siguiese adelante, nada más. Conocer a alguien que ha pasado tu mismo camino, te hace ilusión.
Lo bonito es cuando la gente da apoyo con información, con sentiento, o con palabras, splemente. A veces una palabra, cuando alguien tiene un problema grave, puede aliviar el dolor. Gracias a un problema grave hemos sacado cosas tantes, como volvernos más humanos.
¿Ha cambiado la relación con su hermano?
No. Seguos siendo los mismos. Lógicamente, con la pequeña preocupación que tenemos todos los que estamos en la barrera de los 50, y que estamos pensando en temas de salud continuamente
Tras la intervención quirúrgica para la donación de su riñón, ¿se somete a algún tipo de seguiento médico?
Cada seis meses me someto a unos controles bastante exhaustivos. En los últos controles, los médicos me han dicho que estoy perfecto, y que lo único que tengo que hacer es adelgazar un poco.
Seguiremos informando…