Hace unos días leí en Prnoticias que habían boicoteado la web del Defensor del Menor madrileño, y todo defender a los menores. Según parece los boicoteadores no están de acuerdo con la decisión de esa oficina que, en su momento, abrió un expediente para saber qué estaba pasando con la hija de Belén Esteban, a la que su madre utiliza habitualmente en sus trifulcas contra el torero. El Defensor del Menor envió un escrito a la Fiscalía de Menores en septiembre, para que investigara a esta mujer, solicitando que actuara de oficio en defensa de la protección de la hija ella y de Jesulín de Ubrique considerar que Esteban está vulnerando permanentemente su derecho a la intidad y a la propia agen, exhibiendo las circunstancias de la menor y su vida privada en los platós de televisión.
Cualquier español con dos dedos de frente sabe que la chica de la nariz nueva utiliza a su hija para enfrentarse con el padre de la pequeña, para conseguir publicidad y dinero. Cierta envidia sí que siento, que una mujer que probablemente no sabe hacer la o con un canuto y que es posible que si lee un periódico más de medio minuto se maree y sufra un bajón de tensión consigue ganar dinero a espuertas. Pero aunque pueda sentir esa cierta envidia la cantidad de dinero que gana, no la siento la forma en que lo hace. Tengo seis hijos y me gusta mirarlos a la cara.
La verdad es que yo, que no sigo los temas del corazón y no distingo a un famosillo de otro, en mi vida pensé que escribiría algo sobre la Esteban (lo cierto es que mi hija Esther me ha corregido este texto y me ha dicho que la han operado de la nariz y no de los pechos, como yo había escrito en un principio. Esto da idea de mi información sobre estos temas). Pero claro, hay que poner los puntos sobre las íes, y activa o pasiva hay que mostrar el apoyo necesario a la gestión de Arturo Canalda, que es un hombre sensato, al que le he oído hablar en un par de ocasiones y que siempre dice cosas de sentido común; algo de lo que adolecen la mayoría de los platós de televisión.
Esta mujer gana tanto dinero dos motivos: que a la cadena de televisión donde trabaja (hoy en día a cualquier cosa le llamamos trabajar) le interesa explotar ese filón, y que hay mucho analfabeto funcional en este país que se preocupa más de la nariz de la Esteban que del problema del paro. Muchos de esos que montan debates en sus casas o con sus amigos sobre la nueva agen de esta mujer están en el paro pero eso es secundario, lo tante es lo que hace y dice ella, Campanario (que aunque yo no sigo estos temas del corazón siempre me ha parecido una señora de los pies a la cabeza) y Jesulín (el pobre, no sé si con razón o sin razón, pero se lleva todas las tortas).
Que el Defensor del Menor se ocupe de que una mujer no se aproveche de su hija para explotar su agen es lo normal. Y que se preocupe de que la niña no sufra en clase las consecuencias de su lenguaraz madre en los platos, es su obligación, para eso le pagan. Que alguien que no tiene nada mejor que hacer se dedique a boicotear la web de esta institución ya no lo es tanto. Yo veo dos posibilidades. O al hacker le falta un hervor y no tiene otra cosa mejor que hacer, o alguien le ha pagado hacerlo. Lo cierto es que boicotear una web no es difícil. Si tenemos en cuenta que hay gente que se mete en la de la CIA o del Gobierno USA, no contar el bochornoso caso de Mister Bean en España, la cosa no parece difícil para un experto.
Creo que el Defensor del Menor ha hecho lo que tenía que hacer. Como padre de seis hijos le ruego que siga defendiendo los derechos de los menores, sobre todo en situaciones tan claras que no admiten dudas. Y como ciudadano que paga sus puestos se lo exijo.
Seguro que el señor Canalda no gana tanto dinero como la Esteban, pero estoy convencido que cada noche mira a sus hijas de frente y con orgullo, que puede. Otros quizá no.
Lenguaraz: 1. adj. Deslenguado, atrevido en el hablar. 2. adj. desus. Que domina dos o más lenguas. Era u. t. c. s.
