Estamos en un incendio y no caben titubeos. Lo que hay que hacer es sacar la manguera y apagar el fuego. Prer fuego: más de cuatro millones de parados y creciendo (aunque menos que antes). Segundo fuego: destrucción de pequeñas y medianas empresas y desmotivación de los emprendedores. Tercer fuego y el que calcina realmente la economía: cierre del grifo crediticio de los bancos. Los Mercados son los que levantan la Economía y los Mercados son los que la destrozan. La Liquidez es la clave. ¿Quién se atreve a controlar a los Mercados?. El Ejecutivo político que sea capaz de inyectar fondos directamente a la productividad y creación de Empleo, será el bombero salvador de la Economía española, europea y mundial. Obama lo ha intentado en Estados Unidos y está levantando el optismo bursátil y financiero. En Europa, un poco más avanzados que nosotros, han tomado medidas reales, reducción de jornada laboral, de salarios, control de la de Deuda Pública, reducción del Déficit. Zapatero no ha sabido infundir confianza y ha perdido el pulso de la agen. Se ha convertido en el punching ball de todos los golpes. Tiene la obligación de poner todos los medios a su alcance para cambiar la orientación y poner a todos a trabajar. Si tiene que rectificar y subir al carro a todos los partidos políticos, que lo haga. Encajar la frase de Rajoy en el Debate del miércoles: “Si no rectifica, tiene que permitir que otro lo haga” no es fácil. Se ha hablado de un posible pacto nacional, pulsado el Rey de España, que se está reuniendo con sindicatos, empresarios y partidos políticos. Pero, cuestiones de manual político, ni al Gobierno socialista, ni a la Oposición popular, les conviene. Es de perogrullo. Si Rajoy ata medidas y reformas económicas concretas, y Zapatero recoge el guante y las incora, Rajoy pensará entonces que es el PP quien “saca las castañas del fuego” y Zapatero quien se lleva la medalla. Y estos juegos, de cuanto peor mejor, son peligrosos y tienen a la ciudadanía más que harta. La generosidad parlamentaria y la política de pactos no es habitual en nuestra España, dividida en dos partidos mayoritarios con ansia de poder. Viendo el Debate Parlamentario sólo escuchamos palabras y palabras, ninguna medida de peso, ningún decreto ley que haga sentir a los agentes productivos del país que el carro se mueve, que el dinero llega para poder trabajar, para no cerrar la empresa y despedir a los trabajadores. Una Reforma Laboral, cada día que pasa, se hace más prescindible. Aunque sea antipopular, de momento, pero a la larga, es mejor mantener una parte del puesto de trabajo, y complementarla con algún tipo de ayuda social, que percibir el salario de desempleo completo y estar en casa deprido. No es tan difícil. Hace falta un golpe de efecto. Una medida real aplicable con inmediatez. Durán i Lleida siempre constructivo quiere ser palanca de progreso. A ver si se extiende el ejemplo.
Concha Minguela
Directora de Gente en Madrid