Desde su fundación en 1998, hemos asistido al creciento parable de Google viendo como ha alcanzado el trono de Intet. Año tras año todas sus iniciativas lograban un éxito aplastante y se han ido convirtiendo en referentes en la Red. Pero parece que esos tiempos están quedando atrás y estamos viviendo una sensación de “déjà vu”. La palabra monopolio se escucha muy a menudo, los gobiernos ponen trabas a sus proyectos e incluso algunas operadoras de telecomunicaciones como Telefónica o Vodafone critican directamente a la empresa de Mountain View. Esta situación cada vez más recuerda el caso de Microsoft hace no demasiado tiempo. Parece que se pone de moda odiar a Google.
En este convulso contexto Google intenta posicionarse en el social media, donde otras iniciativas como Facebook o Twitter le han robado protagonismo y usuarios. Nadie recuerda que herramientas como Youtube, Picasa o Blogger pertenecen a Google y se habla mucho más del fracaso de la red Orkut que solamente ha logrado consolidarse en países emergentes como Brasil e India. Y en esta línea hemos asistido al naciento de dos apuestas. Google Wave y Google Buzz.
Google Wave se anunciaba como el “arma definitiva” en el panorama del social media. Pero Wave, siendo una herramienta potente, ha resultado un tanto abstracta en su uso. Tanto que se integrará con Google Apps y su destino parece ser la orientación hacia el mundo de la empresa. Y ahora estamos siendo testigos del fenómeno mediático de Google Buzz. Integrado en Gmail, pretende aprovechar la base de datos de usuarios de correo electrónico que supera los 170 millones de usuarios para ofrecer una opción de aparente integración. Buzz permite compartir fotos, vídeos, enlaces o actualizaciones de estado. El sistema deja intercambiar de forma sple archivos e información que los usuarios hayan publicado en otras herramientas como Google Reader, Twitter, Flickr o Picasa. Se añade la posibilidad de ver las actualizaciones de nuestros contactos en la página del correo y publicar comentarios abiertos. Buzz permite crear grupos intereses, amistades o familia para poder diferenciar qué se está compartiendo fácilmente.
¿Pero es un proyecto real de integración con Twitter o Facebook? La relación entre Buzz y Twitter parece que se presenta amistosa ya que pueden usarse de forma complementaria. Eso sí, si hacemos caso omiso de los recurrentes rumores sobre la posible compra de Twitter parte de Google. Sin embargo, no podemos publicar en Twitter mediante Buzz, lo que hace que todo parezca menos útil. Y como Buzz no agrega los tweets de nuestros seguidores de Twitter (a menos que se nos siga también allí y también publiquen sus mensajes), aún tendríamos que mantener tanto Twitter como Buzz abiertos para llegar a todos nuestros contactos a través de ambas redes. Pero… ¿qué puede pasar si Google, gracias a Buzz, ya no necesite a Twitter y pueda dejar de pagar los millones de dólares que paga indexar sus contenidos?
¿Y Facebook? Buzz no se integra con esta red. En la presentación de Buzz, los periodistas preguntaron sobre el particular. Los responsables de Google dijeron: “it has nothing to announce at this te” (no hay nada que anunciar en estos momentos).
Hace aproxadamente una semana que Buzz se encuentra en funcionamiento y ya supera los nueve millones de usuarios y se ha enfrentado a los preros problemas. El prero la acusación sobre la privacidad que les ha llevado a emprender reformas en el sistema. Incluso el gobierno canadiense ha pedido datos a Google sobre el tratamiento de los datos en Buzz.
¿Qué ata Buzz al panorama del social media? Algo hay, ejemplo su sistema de relevancia. Buzz tomará en cuenta la calificación que vayan dando los usuarios a los envíos para otorgar la visibilidad que considere que se merece. ¿Es eso suficiente? Si vemos las opiniones vertidas en Intet expertos en comunicación la verdad es que no. La opinión generalizada es que Google Buzz tiene muy complicado hacerse un espacio propio en este mundo 2.0. El planteamiento, integración con otras plataformas y forma de uso, hacen de Google Buzz, de momento, una apuesta aislada y litada, lo que le enfrenta directamente a otras herramientas y obliga a competir más que a integrar para lograr el éxito. Por otra parte, Facebook ha abierto la posibilidad de lanzar su propio servicio de webmail que daría a los usuarios una cuenta @facebook.com. Si esto se lleva a cabo, Facebook, con sus 400 millones de usuarios, se podría convertir en el mayor proveedor de correo electrónico superando tanto a Google como a Yahoo y a Hotmail.
Me agino otro escenario idílico: un servicio que agrega otros servicios y contenidos sin litaciones, y luego le ofrece su propio conjunto de ventajas únicas que hacen que la experiencia en el social media sea más sencilla y completa. La gente se sentiría cómoda las ventajas adicionales ya que no tendría que salir de sus conexiones existentes para estar “hiperconectado”. ¿Y todos felices? ¿No sería esa opción más fiel al espíritu original de Google?
¿Es Buzz una estrategia preventiva para reorganizar el panorama de los servicios de webmail y fortalecer su posición más que una nueva herramienta de social media? El tiempo nos dará la respuesta.
Joaquín Mouriz
Director de comunicación de la Asociación Nacional de Empresas de Intet (ANEI) y profesor de comunicación corativa de la EEN, Escuela Europea de Negocios.