Baleares no sabe qué hacer con sus dos teles públicas

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En el año 2006 nacía la Ràdio i Televisió de Mallorca conocida popularmente como TV Mallorca. El objetivo era dotar a las islas de una televisión autonómica complementaria que representase los valores y a la ciudadanía de la Comunidad Autónoma. La televisión insular pública fue creada el Consell de Mallorca en esos momentos en manos de Unió Mallorquina (UM)  entrando a rivalizar con IB3 gestionada en esos momentos el PP.

 

 


 


Dos televisiones en paralelo que en estos cuatro años de vida nunc han sido rentables y que han tenido una audiencia escasa. Sin ir más lejos Ib3 ha estado en el punto de mira los contratos de externalización de sus Informativos. La concesionaria Serveis Balears de Televisió (SBT) despidió enero a 27 trabajadores, según la empresa deudas que IB3 mantiene con ellos, aproxadamente 20 millones de euros. La deuda total con servicios externos incluyendo además programas de entreteniento se elevaría a los 70 millones de euros. En mayo de 2008 el actual director general, Antoni Martorell  apuntó que la deuda bancaria del canal era de 180 millones de euros a esa fecha.

 

En tanto, la Ràdio y Televisió de Mallorca reducirá su presupuesto un 15% durante este ejercicio, pasando de los 11,7 millones de euros este año a 10,1 millones en 2010, según informó hace unas semanas la directora del ente, Marisa Goñi. En ese momento también se anunció que la cadena es seguida 77.000 personas en la isla.

 

Visto lo visto, cualquier gestor con un poco de interés rebajar gastos habría cerrado alguna de las dos frecuencias, pero las disputas políticas han podido más. Esta semana el PP y UM han propuesto destituir a Marisa Goñi e incluso han deslizado la posibilidad de convertir TV Mallorca ahora en poder del PSOE en la 2 de Ib3.

 

En rueda de prensa, el tavoz del partido en el Consell de Mallorca, Jaume Font, remarcó que el sucesor de Goñi tendrá que iniciar el proceso para estudiar la ‘eventual disolución y reconversión’ de la Ràdio i Televisió en el segundo canal autonómico, aunque este hecho no ocasionaría una pérdida de puestos de trabajo, según indicó.

 

El ‘popular’ explicó que la intención de su grupo es conocer si la cadena ‘es viable en todos los sentidos’. No obstante, destacó que estas acciones serían un trabajo a desarrollar ‘de aquí a finales de legislatura, no en dos días’. Así, apuntó que sobre el mes de “marzo o abril” ya se podrán pronunciar sobre ‘qué hacer’ con la radio y televisión pública.

 

La lógica indicaría que se cerrase una de las dos frecuencias, pero lo más probable es que se mantengan para servir a los intereses políticos de turno. Baleares ejemplifica muy bien la realidad de las teles autonómicas españolas: no son rentables, tienen poca audiencia, dependen de las subvenciones y tanto están al servicio de los gobiernos de turno.  Con este perfil, es difícil que se solucione este mal endémico.

 

Seguiremos Informando…

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