Día 2: la aduana

LAILA
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Quedamos a las 8 de la mañana para acercarnos al Aeropuerto Internacional de Las Américas a comprobar la carga que había viajado con nosotros el día de antes. Pero antes, Roberto Salcedo, español afincado en República Dominicana se acercó hasta el hotel para dejarnos su coche y poder movernos con tranquilidad toda la Isla. Salcedo lleva 18 años en Dominicana en donde ha montado un operador turístico y nos cuenta que para él, ayudar a Mano a Mano es un deber. Conoce a Juanvi Hurtado (presidente de la ONG) desde hace 20 años y cuando le contactó para ayudarles en Santo Domingo no se lo pensó dos veces.

 

Antes del terremoto de Haití, Roberto Salcedo ayudaba encontrando almacenes para la carga que enviaba Mano a Mano y también camiones que transtaran la ayuda. Desde el 12 de enero además ha prestado su coche particular para que los voluntarios pudieran realizar su trabajo con mayor comodidad.

 

Nos montamos en el Volvo XC60 y nos dirigos la Avenida Churchill hasta el Malecón y de ahí a la autopista que nos llevará al Aeropuerto. Afortunadamente uno de los miembros de la ONG, Enrique de la Fuente, es un experto piloto de rally y se hace más necesario que nunca en una ciudad con escasos semáforos y ausencia total de normas de seguridad vial.

 

Tras pagar peaje de salida de la ciudad llegamos a la zona de almacenes en el aeropuerto Internacional de Las Américas. Tras pasar los controles de aduanas, (tienes que declarar que no llevas nada a la entrada y luego nada a la salida) nos está esperando José Traverso, de Iberia Cargo. Nos explica que hoy se espera otros 6 palés de avión (en los que caben 5 palés de madera) con ayuda destinada a Haití. En total se han contabilizado 103 piezas que han de ir llegado a lo largo de los días para distribuirla entre Cáritas Haití, los padres Redentoristas y las Hermanas de la Caridad que serán los encargados de distribuirla a los damnificados.

 

Nos damos cuenta de que un palé entero de alento médico hipeprotéico, especial para personas desnutridas está caducado desde septiembre de 2009. El propio laboratorio envió un certificado de que su eficacia estaba asegurada 6 meses más, pero los miembros de Sanidad de Santo Domingo no han permitido que esos alentos pasen la Aduana. La explicación es muy sencilla: ‘en España no han contado con las características meteorológicas de este país. Aquí hace más calor y los alentos se estropean antes’. Un varapalo para Mano a Mano, pues en el hospital de Janí esperaban estos alentos para tratar a las familias haitianas que llegaron allí tras el seísmo. Ahora toca pensar cómo y con qué dinero destruir esa mercancía pasada. Sin embargo la urgencia es otra y eso se deja para el últo momento, ya que Traverso nos asegura que puede mantenerlo en sus almacenes unos días más hasta que se haya despachado toda la carga.

 

Nos encontramos con el ‘Vista’ de la Aduana que contabiliza la ayuda y comprueba que concuerdan los palés que hay en el papel con los que hay almacenados. Tras firmar varios documentos Enrique de la Fuente y José Luis Díaz, acompañados siempre José Traverso, se encaminan a las oficinas del Administrador de Aduanas. Mientras esperamos a ser atendidos, nos cuentan que gracias al terremoto se han agilizado todo el papeleo lo que las ayudas que van a Haití. Tras comprobarlo el Vista son selladas y firmadas sin más dilación. Asismo nos recuerdan que el Gobierno Dominicano no está cobrando nada el paso de la aduana y la posterior frontera, pero hay que demostrar que toda la ayuda va a Haití. Si se dieran cuenta que parte de la carga se queda en dominicana podrían haber problemas.

 

Tras varias horas a pleno sol comprobando la carga, despachándola ahora queda el momento más difícil. Contratar el camión. Los preros días era posible contratarlos ya que toda la ayuda para Haití paraba en Las Américas debido a la inoperancia del aeropuerto internacional de Puerto Príncipe. Además, no se puede contratar cualquier camión, tienen que estar sindicados en la zona aerotuaria y ahora encontrar uno es complicado. Finalmente, con la ayuda de Pavel, llegan dos camiones de seis pies cada uno que serán cargados para Cáritas y el Hogar Vida y Esperanza del Padre Manuel Ruiz.

 

Finalmente, a las 15 horas  están cargados los camiones y nos montamos en el coche para hacer el reparto y asegurarnos que llegan. Mano a Mano se caracteriza hacer llegar la ayuda hasta el últo de sus destinos. Prera parada Cáritas. Segunda parada el Hogar para huérfanos del Padre Manuel Ruiz. Desde el día del terremoto  ha acogido a más de 500 niños gravemente mutilados y afectados psicológicamente el seísmo. Nos cuenta que lo mejor es que, una vez recuperados físicamente, les encuentran a sus familiares y vuelven a su hogar muy felices, aunque nosotros sepamos que la felicidad en esas condiciones es difícil de entender.

 

Comprobamos in situ la labor del Padre Manuel y sus ayudantes y no puede ser mejor. Gracias a Mano a Mano no les falta ni comida, ni camas, ni medicamentos ni sillas de ruedas. Y es un remanso de paz en medio de la bulliciosa Avenida de la Independencia.

 

Seguiremos informando…

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