CASO GARZÓN: SU PROPIA MEDICINA

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Garzón está sufriendo una persecución de viejos odios y envidias. Es cierto. Pero también está, al fin, tomando de su propia medicina. No es fácil perdonar el ego inflado y el uso de la casi omnipotencia que confiere la posición de juez, que Garzón utilizó reiteradamente en función de su propio enalteciento y vanidad. Estas debilidades del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, fueron causa directa de que no consiguiera el puesto de Presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, al que aspiraban tanto él como el magistrado Gómez Bermúdez y que finalmente éste últo ganó, aún teniendo un curriculum que le hacía objetivamente menos merecedor. Ahora, el Consejo General del Poder Judicial, CGPJ, está tramitando un expediente de posible suspensión cautelar de sus funciones como juez, y el propio Tribunal Supremo, a través de un auto (o escrito) del magistrado Luciano Varela, observa en él indicios de prevaricación haber abierto la prera causa penal para investigar los crímenes franquistas. Garzón se siente perseguido. Y son cada vez más los jueces progresistas y moderados que se alinean a favor de su causa. En su defensa, Garzón ha escrito un recurso de alegaciones recusando al vicepresidente del CGPJ, Fernando de la Rosa y a la magistrada Gemma Gallego, puestos el PP, quien tiene razones políticas para retirar a Garzón de la judicatura ya que también ha realizado una parte tante de la instrucción del Caso Gürtel, específicamente el que se refiere a las escuchas telefónicas que, actualmente, está recusando Francisco Correa, el principal putado en la trama. También recusa Garzón a la vocal Margarita Robles. Esta últa motivos bien diferentes. Alega Garzón que la magistrada Robles tiene una “enemistad manifiesta” con él, debido a que durante los gobiernos de Felipe González, durante los años 1993 y 1994, Margarita Robles era Secretaria de Estado del Ministerio de Interior, cargo al que Garzón aspiraba, aunque fue nombrado Delegado del Gobierno para el Plan Nacional contra las Drogas. En este sentido, la propia magistrada reconoce que, debido a esa “coincidencia” en el ministerio, ella ve razonable abstenerse, de la misma manera que, recuerda Robles, Garzón debió de haberse abstenido cuando, tras su fallido paso la carrera política, Garzón regresó a su Juzgado Número 5 de la Audiencia Nacional y retomó el caso GAL. Conviene recordar que Garzón continuó con la instrucción del GAL contra toda una corriente de opinión pública y judicial, puesto que se le consideraba “contaminado” tras haber tenido conociento extrajudicial del caso, durante su andadura política. Los propios putados, Rafael Vera (ExSecretario de Seguridad del Estado) y José Barrionuevo (ExMinistro de Interior) pidieron repetidamente la recusación de Garzón. Ahora es Garzón quien pide tregua y una serie de artistas, trovadores de la libertad y jueces españoles y de todo el mundo le apoyan.

 

 

 

Concha Minguela

Directora de Gente en Madrid

http://www.gentedigital.es/blogs/ojocritico/

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