Fidel Castro sí es libre de expresarse

carlos_GZLEZ
Publicidad

Cuba duele. Duele que haya periodistas presos, presos de conciencia, falta de libertad, dificultades económicas, escasez de recursos. Es verdad que se ha puesto un bloqueo económico a la isla que hipotecó el destino del pueblo, pero los gobernantes atornillados a las sillas del poder manipulan la realidad para sular un escenario de guerra fría conveniente para su intención de morir con las botas puestas y el puño cerrado.

 

El ex presidente Fidel Castro se ha dedicado a reflexionar desde que heredó el poder a su hermano Raúl.  Fidel ha escrito sobre temas diversos: Medio Ambiente, Colombia, Estados Unidos, Venezuela, Haití, en la últa versión escribió sobre la reforma sanitaria de Estados Unidos. Seguro que el ex presidente no ha reflexionado sobre la libertad que él tiene para hacer públicas sus ideas, derecho del que carecen el resto de sus compatriotas. Sus  pensamientos, atinados o equivocados, son expresados libremente los medios oficiales, los únicos que existen en Cuba.

 

En la isla hay  al menos 27 comunicadores privados de libertad informar fuera de los controles del Estado. Informadores procesados “atentado a la independencia y la integridad territorial del Estado cubano”, “desacato”, “desobediencia”, “actividad económica ilícita”, entre otros delitos. Los blogueros independientes u opositores al régen son perseguidos, los periodistas críticos encarcelados y los corresponsales de medios extranjeros sufren la amenaza de ser expulsados.

 

La prensa oficial ignoró la huelga de hambre de Orlando Zapata Tamayo y solo emitió un retaje de televisión cuatro días después de su muerte. Nueve minutos de pantalla con cámara oculta incluida para explicar que el preso recibió cuidados médicos y que su situación fue manipulada la oposición política. Ni una línea, ni un segundo para informar sobre la salud de Zapata o los motivos de su protesta durante los 85 días que permaneció sin ingerir alentos. ¿No era este un tema tante para los censores del régen?

 

Durante el velatorio y entierro de Zapata las autoridades posibilitaron la asistencia de los disidentes y medios de comunicación. Hubo personas recluidas en sus domicilios y detenciones. La prensa extranjera no accedió a la información y los medios oficiales olvidaron el asunto una vez más. El presidente Castro solo se refirió al tema para aclarar que “en Cuba no se ejecutó a nadie”

 

En todo el mundo se habla de la isla y son comunes los análisis maniqueos que clasifican malos y buenos, apocalípticos e integrados. Los apocalípticos endilgan al régen todos los males de la tierra. Los integrados justifican en nombre de la dignidad, antiperialismo y autodeterminación de los pueblos. Mientras, once millones de ciudadanos sobreviven aislados del mundo y no tienen posibilidad de elegir su destino, que democracia no existe, claro.

 

Carlos González Palacios

Periodista

 

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil