Comprando Cuatro nos quitamos del medio a un competidor

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LA FUSIÓN CON CUATRO: ‘La fusión nos interesa dos razones, en prer lugar, nos quitamos a un competidor y esto aclara el mercado y nos prociona mejor cuota de mercado, más liderazgo. En segundo lugar, le ofrecemos a nuestros clientes [los anunciantes] un target complementario’.

 

‘Si quieres hacer una gran audiencia, tienes que hacer una televisión generalista muy abierta. Generalista significa que tiene dentro todos los géneros, que va a todas las tipologías de persona. Si quieres alcanzar lo que ayer era un 20% de share [cuota de audiencia], hoy es un 15% y mañana será otro número, tienes que hacer una televisión muy abierta. Si consigues eso, tu audiencia será vieja que según aumenta tu edad, más televisión ves, y que además son más en número. Con más de una cadena te puedes permitir reforzar tu target. Y si sumas ambas audiencias le estás dando un mejor producto a tu anunciante’.

 

LAS AUDIENCIAS: ‘Tras 27 años en una empresa de la que soy uno de los fundadores… (bueno, el fundador es Berlusconi, eso no se discute, pero en la que estoy desde el prer momento y tengo 56 años)… aún me sorprende que me tiemble la mano cada vez que a las ocho y seis minutos de la mañana me llega la audiencia al móvil. No lo admito, me cabrea mucho. Entiendo la pasión y la tensión, pero muchas veces me lo pregunto y me digo: ‘¿Por qué coño te tiembla la mano, Paolo, si tú ya has hecho todo lo que tenías que hacer en la vida?… Pero bueno, soy lo que soy y basta’.

 

EL MODELO DE TV DE TELECINCO: ‘Nuestra empresa, Mediaset, está basada en este axioma: ‘Hacemos televisión para vender publicidad’. Hay otro que la vende. Yo no la vendo. Yo la hago. El vendedor no es mi colaborador. Son dos empresas paralelas, integradas, con servicios comunes. Hay un Consejero Delegado de una empresa que se llama Publiespaña que la vende, y hay un Consejero Delegado de una empresa que se llama Telecinco que soy yo. Aquí en España, un tema técnico, se llama Telecinco a toda la empresa que fueron los que obtuvieron la licencia en su día. Todo esto es para evitar que haya un desequilibrio en hacer la televisión pensando demasiado en la publicidad o pensando demasiado en el contenido’.

 

LOS ESPECTADORES: ‘Yo tengo dos dueños: los dueños del capital y los dueños de la empresa, que son los telespectadores. Y tengo que responder cada día a ambos’… ‘No existe el espectador, existen los espectadores. La identidad de una multitud no es la suma de identidades de los que componen la multitud, es otra identidad distinta’.

 

LA TELEVISIÓN BASURA: ‘Todo depende de la visión que tengas de la Humanidad”, explica. “Yo tengo una visión muy positiva. Creo que, normalmente, aquellos que atacan la televisión generalista son bastante elitistas y desprecian a la gente corriente, piensan que la gente es estúpida. Yo creo que la audiencia tiene su propio autocontrol’… ‘El público te controla. Podemos tener un exceso de un día, pero si el público te rechaza… Ha habido situaciones en las que me he alegrado de que el público rechazara algo nuestro’… ‘El público se autorregula. Es como si comes demasiada ca roja durante una temada, tú mismo empezarás a pedir pescado y verduras que te has cansado. Pues eso es lo que pasó con el Tomate’.


EL FIN DE LA PUBLICIDAD DE TVE: ‘El hecho de quitar los anuncios del sector público es algo que nos beneficia indudablemente, pero para ser algo completo tiene que ir también a favor del ciudadano. Quitar los anuncios al ciudadano no le cambia mucho, le quita la pequeña molestia de ver interrumpidos sus programas, pero en realidad no le ofrece ningún plus añadido. Porque la televisión pública de ese modo es una televisión comercial sin publicidad, nada más. No le ata nada. Para completar el proceso, y lo digo que he trabajado en la televisión comercial desde hace 27 años, siempre compitiendo contra la televisión pública, debe ser una televisión que complemente la oferta de comunicación  de la televisión privada, que realice un servicio añadido a los espectadores. A mí me da igual si TVE ahora sube o baja de audiencia, que nosotros vendemos un centaje de share‘.

 

EL STRESS: ‘Uff… Si lo vendiera, sí que me haría rico [sonríe]. El estrés es mi verdadero compañero de viaje’. ‘Claro que engancha. Este trabajo es totalmente adictivo, una de las drogas más duras del siglo XXI. Somos adictos al share. Cuando digo que el estrés me acompaña cada día, es cierto. Sin él no puedes hacer televisión. Tampoco quiero que alguien entienda esto como algo heroico, ¿eh? Pero, ejemplo, cuando tienes que irte que tu chófer tiene una familia y debe irse, o que tienes una cena con alguien tante, siempre te vas con la desagradable sensación de que no has hecho suficiente. Me acuesto siempre con la sensación de que no he acabado de trabajar’.


*La entrevista completa a Paolo Vasile se publica en el número de abril de Esquire.

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