LOS EMAILS TRANSACCIONALES: FUENTE DE PRODUCTIVIDAD PARA LA EMPRESA

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Una mala gestión de los emails transaccionales puede suponer grandes pérdidas de ingresos para las empresas. Mal redactados o enviados demasiado tarde después de la acción del cliente/prospecto, o incluso bloqueados los filtros antispam… estos emails tendrían que gestionarse de la mejor manera posible, para convertirse en un canal de venta rentable.

 

Ahora que toca optizar costes, se deben cuidar mejor que nunca las acciones de comunicación antes de lanzarse a acciones de adquisición, que suelen elevar bastante el presupuesto de g. Lo mejor es aprovechar el momento para optizar nuestra inversión en tiempo en una comunicación con mucho potencial: la relación con el cliente.

 

¿Email transaccional?

 

Los emails transaccionales, a veces llamados emails de servicio, contribuyen a mejorar la calidad del servicio cliente. Si se gestionan de manera idónea, el internauta los recibe al momento, nada más realizar una acción específica. Su centaje de lectura supera el 90%. Es una otunidad ideal para cualquier responsable de g: poder hablar en tiempo real con su cliente.

 

Los hay de muchos tipos y abarcan todas las etapas del ciclo de vida del cliente: confirmación de alta, confirmación de pedido, de compra o de pago, confirmación de solicitud de información, envío de factura electrónica o incluso confirmación de donativo, envío de documentos fiscales electrónicos y, supuesto, confirmación de la baja de suscripción.

 

Poco ta el tema, se envían minutos después de la realización de una acción voluntaria del usuario y tanto, llegan en un momento en que el destinatario se muestra más receptivo, atento y disponible para que se produzca un intercambio positivo entre el anunciante y él mismo.

 

En consecuencia, estos mensajes deben incluir cierta información de gran valor añadido, que permita incrementar la posibilidad de iniciar una relación larga y beneficiosa.

 

Gestión dinámica del contenido, personalización OnetoOne: Otunidades de iniciar la relación con el cliente y de conducirlo hacia la acción.

 

La posibilidad de personalización de los emails transaccionales es casi infinita: apellidos, nombre, dirección postal, nombre de usuario, contraseña, historial de las transacciones, de compras, código promocional nominativo… El email transaccional constituye, sin lugar a dudas, un espacio de diálogo OnetoOne.

 

Eso si, significa olvidarse de los emails personales, sin alma, en formato de texto bruto: hay que mar la relación con el cliente, atando a la comunicación un auténtico valor añadido. No obstante, en las empresas se suelen todavía gestionar los emails transaccionales desde los departamentos de informática, y a veces, los equipos de g quedan hasta ¡excluidos!

 

Una pena, dado que estos emails se reciben en un momento clave de la relación con el cliente.

 

La gestión del contenido dinámico de los emails permite adaptar con facilidad los modelos o las plantillas a los temas de sus emails, transformando así sus mensajes transaccionales en un nuevo canal de venta rentable: proponer las ofertas adecuadas en el momento adecuado, incentivar al destinatario con un calltoaction bien hecho, presentar una oferta promocional directamente en relación con el perfil del contacto, proponer una venta cruzada…

 

En fin, cuando más pertinente y adaptada sea la información, más receptivo será el cliente, y más probable se hará el acto de compra. Supervisar la entrega de los emails Asegúrese de que los emails transaccionales lleguen a la bandeja de entrada de sus clientes y no a la de correo basura. El fenómeno de la entregabilidad de envío de emails ya resulta muy molesto cuando se trata de campañas email tradicionales, pero se puede convertir en una catástrofe cuando los mensajes bloqueados son mensajes transaccionales. Póngase en el lugar del cliente: es muy incómodo no saber si su alta se ha realizado correctamente, o no recibir un email recordatorio de una contraseña o, sin ir más lejos, no saber dónde se encuentra el pedido que ha realizado… Así, evidentemente, una gestión inadecuada de la entrega de los envíos se traduce en una pérdida de ingresos y de agen.

 

El email transaccional es un activo muy valioso para la calidad de la relación con el cliente y no se debe subestar. Se trata de un recurso de g necesario para conquistar y fidelizar, y que hoy en día se puede gestionar fácilmente gracias a plataformas de gestión de campañas aptas para encargarse de los mecanismos de alta y baja, del contenido de los mensajes, y de la entregabilidad; Las hay que pueden plementar, automatizar y poner en marcha todos los procesos asociados a los emails tradicionales.

 

En estos tiempos de crisis, es urgente comenzar a mejorar la calidad de la relación con el cliente, para fidelizarlo y convertir así la relación con el cliente en una fuente de productividad.

AnneSophie MULLIER

Directora General de Cabestan

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