Llegado el siglo XXI, ahora ser un caballero es un título que no todo el mundo puede comprar. Algunos, que de la noche a la mañana tiene y dejan de tener, lo dejan de ser, sí lo alcanzan. Otros, que van de caballeros, algunas veces, pecan de no serlo que el traje les viene ancho, y muchos, la mayoría, dejan de serlo que eluden la cárcel en un pispás.
A este grupo, que ya va siendo numeroso, esos caballeros de alto postín, con coches de lujo en la puerta y cinco doncellas con uniforme en casa, pueden ser abandonados sus amigos, colegas, amantes y andantes…solamente reunir tres millones de euros en tres días y dejan de ser caballeros honorables, o si usted lo prefiere honorable caballero.
Como poderoso caballero es Don Dinero, si usted quiere seguir en su domicilio, consigue un dinerillo que le dan los que le deben y así no conoce cuál es la fauna que habita en esos lares. A principios de este año se constituyó la Fundación Marquesa de Balboa de Ancianos Solitarios Venidos a Menos, todo en mayúscula, cuyos fines eran atender, cuidar a pobres vergonzantes y a ancianos solitarios que fueran venidos a menos, que vivieran solos, o splemente que nadie sabía dónde ponerlos. Para comenzar dicha andadura, se dotó a la fundación de 600.000 euros, atados dicha marquesa. Ahora, Jaume Matas, el hombre que silba y tiene la pasta y la vida, tras adquirir un palacete en pleno centro histórico de Palma, adquiere el título de caballero venido a menos con lo cual tendrá que solicitarle a la marquesa su admisión que si fuera readmisión se habría dicho en algún momento que es caballero; y ese título es como el de la mujer del César, que además de serlo, ha de parecerlo.
Los caballeros venidos a menos de nuestro país, en este año llamado de forma eufemística de crisis, o mejor dicho, de crisis de chorizos venidos a más, se están descubriendo poco a poco, los pasteles mejor elaborados, y lo que te rondaré morena. Uno que estuvo ya en la cárcel y que sabe lo que es jugar al mus entre chorizos prepara su película. Me refiero a Mario Conde, que ahora se frota con aceite y aloe vera intentando disfrazar lo que en su día también se llamó chorizada.
El caballero Bárcenas, abandona la política despacio, que así van las cosas de palacio, y lo que hoy es vinculación, mañana es ahí te quedas, o de lo dicho no hay nada. Otra cosa peor, sería que ingresase en la Fundación de la Marquesa…que todavía podríamos verlo. Al final, van a tener que hacer donaciones esos que le sueltan la pasta a un tal Jaume que no van a caber; me refiero a tanto caballero puesto venido a más de repente, y de un plumazo, a menos. Garzón ya tiene un grupo en Factbook que apoya su causa y sin darnos cuenta hablamos de juicios y banquillos como si fueran juegos de salón, día a día.
Los polacos se van todos en un avión y mueren a la vez no repartirse y el líder iraní se cachondea de Obama y de su seguridad nuclear llamándolo “estúpido y retrasado”…así, sin preámbulos.
Los caballeros del Madrí se rinden ante Messi, el Dios catalán, en su propia casa y Elisabeth Taylor, la mujer de los ojos garzos se casa novena vez. Plácido Domingo ha superado un cáncer y Gozalo, el grande de los grandes del periodismo detivo, se va otro. Ya se sabe que ser un caballero es de naciento y como dice el refrán, casamiento y mortaja, del cielo, bajan, al igual que la salud. Como la tengas, tienes un tesoro. El día que te deja, dejas de tenerlo todo. Doña Letizia pasa revista a los caballeros de la Guardia Real y como todo es de cuento, casi pierde el zapato como Cenicienta.
Y para que vean que todos no son caballeros deshonrados, sepan que España ha donado 61 millones a Haiti que corresponden al Ejecutivo y 83 millones a donaciones privadas. Así que en este país, hay gente de bien, lo malo, es que nos gobiernan chorizos. Salvo eso, todo estaría correcto. El crédito de España para ayudar a Grecia equivaldría a 80 euros persona. Si vemos que los caballeros que tienen y son honorables deberían pagar más, habría alguno que yo me sé, de la zona balear, que o no es caballero o se quedaría sin dinero.
Hagan sitio señores, que entra otro caballero de estos venidos a menos…dirán pronto.
Ana De Luis Otero
Periodista