La phrincesa prometía…

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Todos sabemos que es difícil, en ocasiones, centrarse con el correo electrónico y con tantos mensajes marcados  con el  ‘pendiente´.  Pero cuando tu  responsabilidad es atender las llamadas del exterior y a los medios de comunicación, lo míno que puedes hacer es  poner un poco de tu parte.  Claro, es lo que tienen las princesas… están acostumbradas  a que les sirvan y hacer algo ellas mismas les debe parecer  un esfuerzo sobrehumano.

 

 

A nuestra phrincesa en cuestión, se le ha sobrecargado el sistema y ya no distingue entre proposiciones indecentes y otras, no sólo decentes, sino beneficiosas. Pero no se conforma con el NS/NC, sino que se empeña en aparentar que sí sabe y que además, contesta, aunque en vista de su respuesta, mejor sería que no lo hubiera hecho. Vale más la pena estar callado y parecer tonto, que abrir la boca y confirmarlo.     Y si lo haces escrito, peor.

 

Los murciélagos nunca duermen…

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