Para los que nos gusta el futbol y lo vivos desde la orilla catalana, que no tiene que ser la verdadera, sino una de las versiones creíbles, la suerte de aconteceres que se viene produciendo en esta recta final de la Liga tienen mucho que ver con los medios de Comunicación. Y en ese sentido, hay que reconocer que los diarios detivos de Madrid le están pegando una paliza a los de nuestra televisiva ‘Polònia’ de padre y Señor mío, como ha quedado evidenciado en este pasado fin de semana. Tras la gloriosa victoria en el Bernabeu de los blaugranas, los “millonarios” de Florentino, han tomado aire de nuevo, gracias a dos operaciones mediáticas con “final feliz”, que dirían en las pelus que los chinos tenían en el Eixample. El detivo AS con su reiterado titular del Villarato, ha conseguido que el Comité de competición retire dos tarjetas a dos jugadores del Espanyol y Real Madrid, precisamente en la jornada del derby catalán, para que, si las moscas, el potencial de los rivales del Barça no decreciera y pudieran jugar su partido con todos los efectivos disponibles. Y si eso fuera poco, el arbitro Undiano Mallenco dejó a los blaugranas con diez jugadores y realizó un arbitraje demencial que hizo posible que los periquitos a base de patadas y empujones lograran un empate, en un partido, en el que no se pudo jugar al futbol. Lo de los gritos racistas lo dejamos para otra ocasión. Luego en el Bernabeu, ese gran jugador llamado Silva hizo el peor partido de la temada, agobiado quizás, la campaña que el diario Marca se encargó de poner en marcha durante toda la semana prepartido, en la que se afirmaba que el futbolista del Valencia había nacido prácticamente con la camiseta blanca puesta y que su fichaje para la próxa temada los merengues estaba prácticamente hecho. Por escribir lo mismo y en las mismas páginas hace unas semanas, cuando el Sevilla jugó en el Bernabeu, el popular Monchi les recrinó el gesto al rotativo y al Madrid, que trataban de desestabilizar al jovencíso Navas avant match. Son técnicas de guerra sucia, que se practican sin ningún rubor y que se explican desde la periosa necesidad que tienen, unos y otros, de rentabilizar inversiones multillonarias que están fuera de lugar y que ennegrecen el juego lpio. A mi no me gusta Lata, es un presentable, pero si me enamora el trabajo que hace Guardiola y sobre todo, ver jugar hasta a ocho jugadores de una cantera maravillosa, que no solo produce grandes futbolistas, sino también, personas a las que se les educa intelectualmente para que puedan afrontar el futuro sin que el fútbol se lo pida. Poner palos a esa rueda, que quieren que les diga, admirados colegas, a mi me parece una forma de entender el periodismo poco honorable. Ganar o perder en el terreno de juego, jugando mejor y con árbitros parciales… si.
AS Y MARCA
Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible
Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible
