Cuando uno se mira las preras medidas que ha tomado Zapatero para sacarnos de la bancarrota, se azora pensando en los apuros que están pasando las familias de las personas dependientes desde hace ya demasiados años, que ahora ven frenadas sus ilusiones y su economía las reglas de juego que acaban de modificarse Real decreto. Piensa tanbien en los pensionistas sin recursos y ¡cómo no! en los sueldos de los funcionarios de base que el mes que viene tendrán que endurecer su régen alenticio si quieren llegar al día 30. Me alegro, en cambio, como catalán, de que los Magistrados del Tribunal Constitucional ganen menos a partir de ya, e incluso me atrevo a proponer que les bajen el salario en el centaje en el que se lo van a reducir los miembros del Gobierno, que según nos anuncian, es de un quince ciento. Y lo hago razones de ineficiencia funcionarial en la no aprobación de nuestro Estatut. Por lo demás, lo que nos viene a continuación es la petición de reducción de salarios en los contratos de las empresas privadas, una nueva ley laboral mas restrictiva y un montón de huelgas y manifestaciones que no nos van a llevar a ninguna parte. Con lo fácil que hubiera sido, que hace una año, diéramos el ejemplo a tugueses y británicos promoviendo un gobierno de salvación nacional que metiera en la cárcel a los especuladores, atando corto fiscalmente, a las SICAV evitando que se llevaran el dinero fuera, y embridando el gasto hasta que éste dejase de ahogar la deuda pública que tanto nos agobia. Pero como tenemos, en esta legislatura, una clase política mas que mediocre, así nos luce el pelo.
Manuel Fernando González Iglesias
Editor y Director
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