El siniestro causado un vehículo con baja relación peso/potencia es un 23% más grave que el conjunto de siniestros, es decir, aquellos de pequeño tamaño, poco peso y grandes motores. Precisamente los coches que quieren poseer la mayoría de jóvenes nada más obtener el carné. Según Unespa, la frecuencia de accidentes causados estos vehículos se intensifica en conductores de menos de 30 años. Sin embargo, también está presente a partir de los 45.
Pequeños coches pero con grandes motores. Se trata de algo habitual en nuestras carreteras. La patronal de seguros Unespa ha analizado la siniestralidad del tráfico en relación con el ratio peso y potencia del vehículo entre un total de más de 800 mil registros de turismos y siniestros graves (con daño coral) ellos provocados. Concretamente, se han estudiado aquellos vehículos que, a igual potencia, han de desplazar menor peso, es decir, menor tasa de peso caballo de va.
A la hora de estudiar la frecuencia de siniestros (cuántos accidentes se producen en relación con el número total de vehículos), el estudio revela que la edad, más que probablemente combinada con la inexperiencia al volante, es un factor fundamental.
De hecho, se desprende que los siniestros provocados conductores de menos de 25 años, ejemplo, son 2,27 veces más frecuentes que la totalidad de los conductores; pero este ratio se dispara hasta 2,88 (casi tres veces), entre el colectivo de conductores jóvenes que llevan vehículos con baja relación peso/potencia.
Sin embargo, este dato no permanece estable durante las edades adultas. De hecho, entre los 46 y los 64 años se produce un repunte, coincidiendo con un momento de la vida en el que, como también se deduce de los datos, también repunta la propensión de los conductores hacia este tipo de vehículos.
Aquí, el informe señala ‘el conductor experentado que se pone al volante de un coche de estas características puede, e incluso suele, ser vícta de una falsa sensación de seguridad que le lleva a considerar que va a poder dominar el vehículo, y que se comunica a la frecuencia de siniestros’.
Si se tiene en cuenta la gravedad de los siniestros, los datos del estudio sugieren que la influencia en la misma es la del vehículo, con una menor influencia de la edad. En términos generales, el siniestro causado un vehículo con baja relación peso/potencia es un 23% más grave que el conjunto de siniestros, y esta es una diferencia que se observa en diversos tramos de edad, lo que viene a demostrar que es el vehículo en sí, y sus características, el que está provocando esta diferencia.