Confundir el culo con las témporas

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La marcha el Orgullo Gay que llena cada año de colorido y banderas arco iris, de carretas llenas de cueros y tangas, de músculos y ambiente de fiesta, sobre todo mucho ambiente las calles de Madrid para reivindicar los derechos de los homosexuales, arranca esta edición con polémica y enfrentamiento entre las organizaciones defensoras de los derechos de los gays que han convocado la marcha. Los participantes que desfilarán desde la Puerta de Alcalá a la Plaza de España amenazan el próxo 3 de julio con acabar a taconazo lpio. Los convocantes de la marcha, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), han vetado a la carroza gay procedente de Israel con la excusa de que el ayuntamiento de Tel Aviv no ha condenado el ataque israelí a la Flotilla Humanitaria de la Libertad que se saldó con nueve muertos. No se entiende muy bien qué tendrá que ver con la reivindicación de la marcha gay, pero se percibe el tufillo de un activismo trasnochado. Sólo desde la instrumentalización política y los intereses partidistas se puede entender una decisión tan arbitraria y discrinatoria, rechazada amplios sectores del propio colectivo. La Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, (Colegas) ha mostrado “su más profundo rechazo e inquietud” y considera “completamente inaceptable” que una organización que dice luchar contra la discrinación, la libertad y los derechos humanos “se deje abducir la corriente intolerante y antisemita y arremeta vetando la presencia de homosexuales israelíes”. También el Colectivo Gay Evangélico ha pedido que se reconsidere la decisión de vetarles. Lo más discrinatorio en una marcha anti discrinación es no dejarles participar. Israel es el único país de Oriente Medio donde no ahorcan o lapidan a los homosexuales y Palestina no es precisamente el mejor lugar para salir del armario. Sorprende que un colectivo que ha sufrido en sus cas la marginación durante tanto tiempo actúe de manera tan sectaria, mezclando la política con las tendencias sexuales. Acciones como esta demuestran una profunda contradicción. Si lo que defiende la Marcha del Orgullo Gay es el respeto a la diversidad, la tolerancia y la convivencia, deberá rectificar este ataque de intransigencia. Lo contrario es lo que en román paladino se llama confundir el culo con las témas.

 

 

Alberto Castillo

Director de Gente en Madrid

http://www.gentedigital.es/blogs/sinacritud

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