Cuando el periodista se convierte en testigo incómodo

Publicidad

 

La jueza que instruye la Operación Poniente, Montserrat Peña, decretó ayer un auto de libertad bajo fianza de 300.000 euros para el alcalde de El Ejido, Juan Enciso. El edil está considerado como uno de los artífices de la trama de Elsur y permanecía encarcelado desde el pasado 20 de octubre los presuntos delitos de tráfico de influencias, blanqueo de capitales, cohecho, malversación de caudales públicos y falsedad documental.

 

Tras ocho meses en prisión, Juan Enciso ha salido a la calle y la prensa local se ha congregado a las puertas de la cárcel de Albolote (Granada) para retratar el momento. Pero no han sido bien recibidos. Según denuncian FAPE y las Asociaciones de la Prensa de Granada y Almería, varias personas del entorno familiar, político y de amistad de Enciso comenzaron a insultar, zarandear e incluso golpear a periodistas, reteros gráficos y cámaras de televisión.

 

Una de las compañeras fue empujada las escaleras y tiene lesiones en la espalda. Otros sufrieron daños en sus equipos y van a presentar las correspondientes denuncias. El altercado se zanjó la intervención de varios agentes de los cuerpos de Seguridad del Estado, que tomaron declaración a varios de los presuntos agresores y pidieron al alcalde de El Ejido y sus acompañantes que se marcharan cuanto antes.

 

Los periodistas no somos ‘chorizos’ ni ‘delincuentes’, como gritaron los agresores. ‘Nos litamos a cumplir con nuestro trabajo de informar con rigor, objetividad y nadie puede intentar menoscabar hacerlo prero, la libertad de información, segundo, nuestra profesionalidad y, tercero, nuestra integridad física y moral’, declaran las tres organizaciones.

 

La prensa no es bien recibida cuando se convierte en testigo incómodo, eso se has puesto tan de moda las ruedas de prensa sin preguntas. El pasado jueves una periodista fue expulsada del coloquio con Gerardo Díaz Ferran, presidente de la CEOE, organizado el Foro de la Nueva Economía precisamente tratar de preguntar. El supuesto espacio de debate se litó a la respuesta parte de Díaz Ferran unas cuantas preguntas escritas en papel y previamente revisadas. La periodista no se conformó y quiso hacer su pregunta en alto. La respuesta fue un rotundo no, pero la compañera estaba decidida a seguir haciendo su trabajo y ejercer la crítica, así que fue con su cámara a grabar el brindis final, lo que provocó que fuera expulsado entre los aplausos de sus colegas. BLOG DE LA PERIODISTA

 

Seguiremos informando…

 

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil