Vocento, entre Triviños y Casados

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Lo prometido es deuda. La pasada semana les garanticé decir algo sobre el capo de los infoconsultores de Vocento y referirme a Alfredo Triviño, quien, que nadie se engañe, no tiene la culpa del desaguisado que hay en el grupo vasco sí, vasco, que las chicas de oro Luca de Tena pintan, más bien pintan nada, sino que Triviño sólo se aprovecha de su amistad con la familia Bergareche para asaetear las cuentas de la compañía con remedios del montón que, inteligentemente, vende como fórmulas para acabar con el complejo de palurdo paleto que se arrastra esa santa casa. Y así, Triviño, un ilustrador del montón, criado en los pechos de la Universidad de Navarra que tanto le promociona, se litó a cambiarle los colorines a los periódicos que iba comprando el Grupo Correo, como el Sur de Málaga, para que parecieran clones del Correo, con baquetones rojos y tipografía calcada en señal de conquista. Era el sello conquistador de los colonizadores vascos, comprar un periódico y vestirlo de El Correo, como se intentó sin éxito con ABC. Triviño ha entendido perfectamente la jugada y está dispuesto a vivir del cuento chino de haber remaquetado el diario gratuito de Rupert Murdoch, The London Paper, periódico que, si no lo sabían y les interesa, cerró poco después. Pero el chaval cuyos aires de grandeza le llevan a presentarse en Londres como Al Trivino (de Alfredo, debe ser, y sin eñe), factura y factura dando donde más le duele a algunos consejeros: dejándoles ver que quien no entienda sus infalibles propuestas es un cateto, revestido de pana y pelo de la dehesa, y, ante eso, no hay quien pueda y se suelta el parné. Y como Vargas no manda, que ya lo dijos, sino que sólo firma, pues nada, asunto resuelto. Que el que paga decide. Pero, háganme caso, algo se mueve en Vocento ahora no puedo decirles más, donde van a pasar muchas cosas y no necesariamente para mejor, aunque esa ya es otra historia que les contaré a su debido momento. Prometido. Claro que para historia la salida de González Ucelay de Punto Radio. El periodista ha sido despedido negarse a narrar los partidos del Mundial desde la habitación del hotel con el sonido ambiente de los juegos de fútbol de la Play Station, que el director general de la cadena, Héctor Casado amigo, cómo no, de Vargas se negó a pagar a la FIFA 100.000 euros los derechos de acceso a los recintos. Casi idéntica cifra a lo que cuesta el flamante BMW todoterreno de flota que acaba de estrenar Casado. Esto cada vez tiene más miga, como lo del director general de seguros…

 

 

A volar con IBERIA…

Y siempre PONLE FRENO…

 

pedro aparicio pérez

director de prnoticias.com

direccion@prnoticias.com

 

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